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Economía

Sniace propone a los acreedores quitas de entre el 50% y el 90% para reducir su deuda en 52 millones

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Las tres propuestas de convenio que Sniace ha presentado a los acreedores plantean una quita que va entre el 50% y el 90%, y plazos de amortización entre los 5 y los 9 años, en este caso con los dos primeros de carencia. Con esta propuesta la dirección de la compañía considera que podrá reducir su deuda en unos 52 millones de euros -sobre los 269,7 millones en que estaba cuantificada al declararse el proceso concursal- y garantizar la continuidad de Sniace.

La quita del 50% y los cinco años de carencia son los establecidos por la Ley Concursal, sin embargo, Sniace ha solicitado acogerse a las condiciones especiales que se permiten en casos de empresas declaradas "de especial relevancia" y que posibilitan aumentar la quita hasta el 90% y el plazo de amortización a 9 años.

La compañía señala con "especial ahínco", que "para garantizar la continuidad de la sociedad y evitar la liquidación de la misma, resulta necesario establecer una espera superior a 5 años y una quita superior al 50%, dado que en caso contrario no sería posible cumplir el convenio".

Es el juez concursal, en este caso el titular del Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Madrid el que tiene potestad para declarar a Sniace de "especial relevancia", algo que se solicita apoyado en las declaraciones en este sentido suscritas por el Gobierno de Cantabria, el Parlamento regional y los ayuntamientos de la comarca del Besaya, que apelan a la importancia económica, laboral y social de la empresa para la región.

Las tres propuestas están contenidas en la documentación, a la que ha tenido acceso HoyTorrelavega, presentada por Sniace en el juzgado, que incluyen también el plan de viabilidad para las tres fábricas concursadas (Celltech, Viscocel y Sniace), y la solicitud al magistrado de superar los límites de quita y espera recogidos en el artículo 100.1 de la Ley Concursal.

La primera, plantea una quita del 50 % de la deuda y un calendario de pago de nueve años, los dos primeros de carencia, sin devengo de intereses. El tercer año se abonará el 5 %, el cuarto y el quinto un 10%, el sexto y el séptimo un 15 %, el octavo un 20 % y el 25 % en el último ejercicio del convenio.

Dentro de esta propuesta, para los créditos con "privilegios, general o especial", el convenio sería de cinco años de amortización sin periodo de carencia, abonando un 5% el primer año, un 10% el segundo, un 15% el tercero, un 25% el cuarto y un 45% en el último.

La segunda propuesta propone una quita del 90% y un plazo de pago del 10% restante al cumplirse los tres años del convenio.

Además, la dirección de Sniace plantea una tercera propuesta de adhesión al convenio transformando la deuda en "préstamos participativos". Esto supone que el crédito generará un "interés variable en función del beneficio obtenido por el Grupo Sniace en el ejercicio de su actividad", que se compromete a destinar a su abono el 33% anual del "cash- flow consolidado libre de caja", que una vez atendidos los pagos concursales genere la empresa.

La compañía explica que con este convenio pretende "alcanzar la mejor solución para todas las partes e intereses implicados en el concurso, facilitando la superación de la insolvencia de la sociedad, contribuyendo a garantizar su continuidad y viabilidad a largo plazo, procurando un acuerdo con los acreedores para pagar sus créditos, dándoles la oportunidad de optar entre las tres propuestas alternativas que contemplan diversos modos de atender la deuda".

Unas propuestas, añade, "sustentadas en el plan de viabilidad" que también se ha presentado a los acreedores, y con el que el nuevo proyecto que salga de la Junta de Acreedores será "sólido y saneado". Ese plan de viabilidad, que a grandes rasgos mantiene lo planteado en 2013 por Sniace, se basa en la "racionalización de los recursos productivos", la "reducción de costes" y la consecución de una mayor "eficiencia productiva".

En este punto, la dirección de Sniace asegura que el proyecto de Celltech, Viscocel y Sniace "es viable tanto desde el punto de vista económico como financiero, según el análisis realizado en un horizonte temporal de 10 años". Sin embargo, para ello, reseña la necesidad "económica, financiera y de tesorería" de rebasar el plazo de cinco años en una de sus propuestas a los acreedores o la quita del 50% en otra para "evitar la liquidación".

Ese plan contempla la ya anunciada hace dos años reestructuración de Viscocel, con una inversión de 7,4 millones para eliminar tres líneas de producción y modificar las dos restantes para que sean capaces de producir 80 toneladas de fibra viscosa frente a las 70 toneladas actuales. Además, se pretende potenciar la producción de fibras de alto valor añadido, como las retardantes al fuego, y desarrollar nuevas producciones destinadas al sector higiénico y sanitario.

También recoge la reestructuración de la plantilla, tanto en las fábricas como en lo que respecta al personal de estructura, "con una reducción muy importante en la fábrica de fibra viscosa una vez ejecutadas las modificaciones previstas.

El plan de viabilidad fija en 326 personas la plantilla para las diversas fábricas -en septiembre de 2013 era de 534-, de los cuales 117 estarían adscritos a Celltech, 140 a Viscocel, 21 a la central térmica, 27 a la estructura directiva, 13 a las oficinas de Madrid y 8 a la planta depuradora.

También argumenta Sniace la reducción de costes en la aplicación de reajustes salariales y una bajada de entre el 15% y el 20% de las nóminas, "extremo ya negociado con la representación de los trabajadores y marcados en el acuerdo laboral suscrito por ambas partes".

Las inversiones se limitarían en un primer momento a la fábrica de Viscocel, no contemplándose en las restantes plantas "inversiones de envergadura", más allá de "las estrictamente necesarias para optimizar los recursos".

En cuanto al plan de arranque de la factoría, también recogido en la documentación, la previsión sería la apertura de Celltech, una vez cerrado el convenio de acreedores, y el "inmediato" de la central térmica, "utilizando carbón como combustible" y contemplando la "futura puesta en marcha del gas en función de si las condiciones del mercado son propicias".

En cuanto a Viscocel, donde se realizarán los mayores cambios, arrancaría una vez realizadas las inversiones previstas y la reestructuración de las líneas de producción, lo que llevaría unos 9 meses.

Estas propuestas, con las cuales la empresa pretende reducir su deuda en unos 52 millones de euros, han sido remitidas a las distintas empresas y entidades implicadas, entre ellos la plantilla –aunque las deudas con los trabajadores no entran en los convenios de quita- de cara a la Junta de Acreedores.

La junta ha sido fijada por el juez concursal para el 3 de febrero, en modalidad no presencial. A este respecto, Sniace ha pedido al magistrado ampliar en 20 días hábiles el plazo para compensar los retrasos por la "sobrecarga" de los juzgados y las fiestas navideñas, y permitir que los acreedores puedan estudiar debidamente las propuestas de convenio.

La deuda comunicada por Sniace en octubre de 2013 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores era de 269,7 millones de euros, y entre los principales acreedores de la compañía estaban la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (22,6 millones) y la empresa proveedora de gas GDF Suez Energía España (15,6).

Además, entre los casi 300 acreedores de Sniace se encontraban entidades bancarias como Liberbank (9,7 millones), BBVA (8,1) y Bankia (6,2), así como el Gobierno de Cantabria (9), el Ayuntamiento de Torrelavega (2,9) y la Seguridad Social (2,5).