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Economía

Los trabajadores de Sniace esperan las cartas de despido mientras USO se desmarca y pide votar una reducción de plantilla de 209 personas

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La última reunión negociadora del expediente de extinción de Sniace ha concluido hoy sin acuerdo ante el enroque de la empresa en aplicar despidos y de la mayoría del comité en no aceptar salidas traumáticas, con lo que los 533 trabajadores de la factoría torrelaveguense, que han vuelto al encierro, estarían a partir de medianoche despedidos. La dirección ha anunciado que este martes comenzarán a recibir, vía burofax, la comunicación de despido la totalidad de la plantilla, a excepción de una veintena de personas que considera necesarias por cuestiones de seguridad y mantenimiento.

USO se ha desmarcado de la postura del resto de sindicatos y ha pedido un referéndum para que los trabajadores voten si se acepta la última propuesta de la empresa, que plantea reducir la plantilla en 209 personas. La celebración o no de un referéndum será decidida este martes en asamblea por los trabajadores, que tras la reunión en el ORECLA, en Santander, donde unos 200 han estado concentrados, han retomado el encierro que iniciaron el domingo por la tarde en la fábrica.

La última oferta de la dirección propone 63 despidos, 43 inmediatos y 20 más entre marzo y septiembre de 2014; 83 prejubilaciones, en las que la empresa no pondría ningún dinero; y el despido de los 63 "relevistas" (trabajadores prejubilados con contrato relevo) que irían al paro hasta alcanzar la edad de jubilación, con las consiguientes mermas salariales por cada año en el desempleo.

Además, la empresa propone una rebaja salarial del 15% para la base obrera, del 17,5% para los mandos intermedios y del 20% para la dirección. También, un ERE de dos meses para buscar ayudas públicas para las jubilaciones, y otro de un año para el resto de la plantilla, para acometer las reformas previstas en la factoría y arrancar la producción. En cuanto al resto de recortes salariales, se negociarían en el marco de un convenio colectivo.

UGT, SU y CCOO han rechazado la propuesta porque incumple la premisa básica que había consensuado el comité de aceptar negociar todas las cuestiones pero con la condición de que no hubiera ninguna salida traumática. Tampoco aceptan estos sindicatos unas prejubilaciones "sin dinero y sin garantías".

Sin embargo USO ha mantenido frente al resto del comité que es "mejor la mitad de la plantilla que todos", para justificar su postura de aceptar la propuesta y someterla a referéndum entre los trabajadores.

El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, ha calificado la postura de USO de "rastrera" y "difícil de digerir y entender". Según ha dicho, "cuando los trabajadores están encerrados y hemos luchado juntos tantos meses, no podemos acabar votando en un referéndum el despedir a la mitad de la plantilla".

Para el portavoz sindical se ha llegado a una situación "dramática" y que nunca antes se ha producido en la comarca del Besaya, como es "poner en manos de un comité la decisión tan grave de ser los responsables de dar el parabién al despido de la mitad de la plantilla", y además "para no mejorar prácticamente en nada sus condiciones".

USO ya rompió la unidad sindical y la postura consensuada la semana pasada por el comité y ratificada por los trabajadores, al presentar a los pocos minutos de comenzar la reunión negociadora con la empresa su propia propuesta, que el resto de delegados desconocían.

Dicha propuesta planteaba 16 despidos y un periodo transitorio de tres años para llegar a una plantilla de 320 personas, así como rebajas salariales y de jornada (con el proporcional descuento en las retribuciones) hasta 2016. Esa propuesta fue rechazada, no solo por el resto del comité, sino que la propia empresa señaló que supondría una rebaja salarial más dura que la suya y que conllevaría más despidos de los anunciados por USO.

Pérez Portilla ha señalado que el desmarque de ese sindicato y la ruptura de la unidad ha "distorsionado" toda la negociación. "No nos han beneficiado en nada", ha asegurado, porque "sin entrar a valorar la propuesta", ha "debilitado" la postura de los trabajadores frente a la empresa, al mostrar una falta de unión entre los sindicatos, que esta ha aprovechado.

Preguntado sobre si las conversaciones hubieran tenido otra conclusión sin esa propuesta de USO, ha señalado que "desde luego, como mínimo, hubiéramos perdido menos tiempo". Visiblemente afectado por lo ocurrido, secretario del comité ha asegurado que, a pesar de sus años de sindicalismo, es incapaz de entender ese comportamiento.

El comité ha pedido a la empresa que no envíe las cartas de despido hasta resolver el "lío morrocotudo" que se ha producido tras el desmarque de USO. En principio, los restantes sindicatos, UGT, SU y CCOO se oponen a la celebración de un referéndum, pero serán los trabajadores los que decidan.

La reunión de hoy en el ORECLA ha estado marcada por la tensión, desde que se supo que USO había roto la unidad del comité y había presentado su propia propuesta, al margen del resto de sindicatos. Los más de 200 trabajadores concentrados en Santander desde antes de las 11.00 horas y hasta pasadas las 21.00 horas, han recibido al delegado de ese sindicato, Justino Sánchez, en cada entrada y salida de recesos con gritos de "vendido" y "traidor".

Transcurridas unas horas de reunión, parte de los trabajadores ha subido a dependencias del ORECLA y han irrumpido en la sala de reunión, que en ese momento estaba en receso y con la dirección en otra sala, para pedir explicaciones sobre la actuación de USO. Sánchez se ha encarado a sus compañeros, acusándoles de querer "intimidarle", mientras que el secretario del comité y el asesor del SU, José María Gruber, han pedido a los trabajadores tranquilidad y tiempo para intentar recomponer la situación.

Después de unos minutos coreando consignas, los trabajadores han abandonado las dependencias pacíficamente y han vuelto a concentrarse en el exterior. En el pasaje de Peña, a pesar del cansancio tras el encierro, han resonado durante toda la jornada, desde que llegaron los obreros pasadas las 10.00 horas, hasta entrada la noche, los gritos de la plantilla, con consignas de lucha, unidad, y resistencia.

Cerca de las 20.00 horas, el comité, ante el retroceso de la negociación, con nuevos escollos como la falta de dinero para las prejubilaciones, ha planteado a la dirección o eliminar los despidos de la mesa, o continuar la negociación al día siguiente o seguir en la fábrica, porque habían tomado la decisión de regresar al encierro en las instalaciones fabriles, por la falta de avances. La respuesta de la empresa ha sido dar por concluida la negociación y firmar el desacuerdo.