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Economía

El comité de Sniace y el Gobierno regional creen que “ya no hay motivos para no reabrir la fábrica”

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"Ya no hay motivos para no reabrir la fábrica". La dirección de Sniace se ha quedado sin argumentos que justifiquen el cierre de Viscocel y el despido de 364 trabajadores. El comité y el Gobierno regional, ambos coinciden en que ahora "la pelota está en el tejado de la empresa", porque los problemas fundamentales que la dirección esgrimió, primero para presentar un ERE de seis meses y luego para plantear cerrar Viscocel y prescindir del 67% de la plantilla, están "en vías de solución".

"Por primera vez estamos ante un escenario que nos permite vislumbrar un futuro más halagüeño del que hemos tenido hasta ahora", ha señalado el secretario del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla, tras una reunión de cerca de tres horas con el presidente regional. Antes, Ignacio Diego se había reunido, durante algo más de una hora, con el presidente de Sniace, Blas Mezquita, mientras en la calle, frente a la sede de Peña Herbosa, unos 150 trabajadores se concentraban para arropar a sus representantes sindicales.

Diego ha transmitido a las dos partes, empresa y trabajadores, que las dos cuestiones más perentorias y que en las últimas semanas la dirección había situado como imprescindibles para abrir Viscocel se han solventado: Sniace podrá arrancar las dos turbinas y los parámetros medioambientales de las inmisiones se adaptarán a los criterios europeos. Los otros problemas, según ha confirmado el presidente, también están en vía de solución, con la reforma legal del "céntimo verde" y la rebaja del canon de saneamiento.

"Ahora sí que el Gobierno no puede hacer más, el Gobierno ha llegado hasta donde puede llegar y ahora el futuro de Sniace queda en manos de quien siempre ha estado, que son los propietarios, que tienen que decidir qué quieren hacer con la empresa", ha afirmado el presidente regional.

Entre todos los "avances" que se han producido, Diego ha destacado el cambio de los parámetros ambientales, que ha confesado que creía "poco menos que imposible" modificar y que se van adaptar los niveles que fija la OMS. Con esto ha dicho, el problema "más trascendente, el determinante" para la reapertura de Viscocel, "está en vías de solución".

El Gobierno regional entiende que ahora habrá que abrir una "negociación entre la empresa y los trabajadores" para estudiar el futuro de la empresa, pero Diego ha subrayado que en ese proceso el Ejecutivo "estará siempre en disposición de apoyar lo que mantenga los puestos de trabajo" de Sniace.

El presidente de la empresa, Blas Mezquita, ha reconocido que la reunión con Ignacio Diego ha sido positiva y le hace sentirse "optimista", pero ha rechazado hacer cualquier valoración concreta sobre los temas tratados, más allá de apuntar que hay "vías de solución". Así, ha destacado que ahora todo depende del "impacto económico" que esas soluciones tendrán y de "los plazos" en que se podrán aplicar.

Mezquita ha dicho que hay que "cuantificar" lo que supondrá económicamente la reforma del "céntimo verde" y la rebaja del canon de saneamiento. Respecto a los parámetros ambientales, ha dicho que hay "voluntad" en el Gobierno para adaptarlos a los establecidos en el resto de Europa y para ello se plantean dos posibles fórmulas de tramitación legal, pero no ha detallado cuáles son. También en esta reunión se ha desechado la posibilidad de que Sniace depure las aguas residuales urbanas de Torrelavega.

En cuanto a las turbinas, que en la última reunión negociadora del ERE el propio Mezquita situó como imprescindibles para valorar cualquier otro aspecto, ante los medios de comunicación sólo confirmó el cambio de régimen tarifario de una de ellas, y tuvo que ser posteriormente el comité el que aclarara que la empresa podrá utilizar las dos, y por tanto sacar adelante sus procesos productivos, y lo que no queda claro son los beneficios económicos que Sniace podrá sacar de esa modificación de tarifas.

El presidente de Sniace ha insistido en que el Consejo de Administración debe ahora estudiar todas estas cuestiones y valorar los plazos de aplicación y la traducción económica. Aunque ha explicado que los plazos para la aplicación del expediente de extinción son algo mayores que los que se vienen barajando, y darían una semana de margen, ha reconocido que no queda demasiado tiempo, y por eso en "24 o 48 horas" habrá una respuesta a la petición del comité de empresa, de retirar los despidos y plantear un ERE de tres meses para estudiar todas estas cuestiones.

Dirección y comité se reunirán mañana viernes, a las 11.30 horas, en la que será quinta reunión negociadora del ERE. Antes habrá una reunión entre empresa y sindicatos para determinar las vacaciones, una vez que el lunes concluye el actual expediente de regulación.

El comité se ha mostrado "moderadamente optimista", conscientes de que, aún superadas estas cuestiones, quedarían "muchas dificultades por el camino" y "un trecho importante" para garantizar la viabilidad de Sniace, que entre otras cosas pasaría por la reorganización productiva y la búsqueda de inversiones, en un plan de futuro que la dirección ya ha cuantificado en unos 50 millones de euros.

"La empresa ya no tiene motivos para mantener los despidos, por eso le pedimos que los retire y que con un ERE de tres meses se siente a negociar con el comité" el resto de cuestiones, ha dicho Pérez Portilla, insistiendo que las dos cuestiones que lastraban la puesta en marcha de Viscocel, los parámetros ambientales y las turbinas, se han despejado.

Los trabajadores celebrarán esta tarde una asamblea, para analizar todas estas cuestiones, y confían en que, en las próximas horas, la dirección les comunique la retirada de los expedientes.