Torrelavega ha celebrado hoy el acto central de la celebración del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, con la tradicional lectura en la Plaza Mayor del manifiesto consensuado por el Consejo Municipal de la Mujer. Junto a la concejal de Igualdad, Patricia Portilla, han participado en la lectura los representantes de los distintos colectivos que integran el Consejo de la Mujer: partidos políticos, sindicatos y asociaciones de mujeres.
Tras la lectura del manifiesto todos los presentes han guardado un minuto de silencio por las mujeres víctimas de la violencia de género y después han salido los autobuses fletados por el Ayuntamiento, con más de 100 personas, para acudir a la manifestación que se celebra en Santander.
Manifiesto del Consejo de la Mujer de Torrelavega con motivo del 8 Marzo de 2025, Día Internacional de las Mujeres
Como cada 8 de Marzo, el Consejo de la Mujer de Torrelavega nos reunimos en el día Internacional de las mujeres para reivindicar una sociedad más justa donde hombres y mujeres convivamos en Igualdad plena. El 8 de marzo de 1908, más de 120 trabajadoras murieron en un incendio en la fábrica textil Cotton de Nueva York. Las puertas y ventanas de la fábrica estaban cerradas, lo que impidió que las trabajadoras pudieran escapar. En 1857 las trabajadoras textiles en Nueva York protestaron por las duras condiciones laborales que sufrían y fueron incluso asesinadas por ello. Comenzó la conquista de los derechos sociales y también la reivindicación feminista que hoy nos trae aquí más de un siglo después.
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los pilares básicos para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Se han conseguido avances durante las últimas décadas, pero el mundo aún está lejos de alcanzar la igualdad de género para 2030 como se recoge en los objetivos de desarrollo sostenibles de Naciones Unidas. Avanzar en la igualdad de género es fundamental para crear una sociedad sana en todos sus ámbitos, desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar. El lema elegido por naciones Unidas para este año es “Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento” al que el Consejo de la mujer nos unimos.
Las mujeres y las niñas constituimos la mitad de la población y, por tanto, también la mitad de su potencial. Pero la desigualdad de género que prevalece estanca el progreso social, por eso es vital que trabajemos por el empoderamiento de las mujeres, especialmente de las jóvenes y las niñas de nuestro país.
Empoderamiento significa generar mayor autonomía para las mujeres, reconocer y visibilizar sus aportaciones. Empoderarse implica participar plenamente en todos los sectores; el económico, el político y el social. De este modo se construyen países y economías más fuertes y justas, más estables y que contribuyen a mejorar la vida de todas las personas. Un reto que compartimos desde el Consejo de la mujer y reivindicamos como propio.
La realidad demuestra que son muchas las áreas donde la brecha de género, las diferencias entre mujeres y hombres, es todavía un lastre para nuestra democracia y una manifiesta injusticia para las mujeres. En el empleo las diferencias han ido mejorando, pero todavía muestran un mercado laboral que penaliza a las mujeres en sus salarios que están casi en un veinte por ciento por debajo de los hombres. Según los últimos datos disponibles de la EPA 2023, el salario medio de las mujeres fue de 2.063,2 euros al mes, mientras que el de los hombres alcanzó los 2.467,9 euros.
Tratar a todas las mujeres y hombres de forma equitativa en el trabajo es uno de los fundamentos esenciales de la igualdad de género y de nuestro objetivo de empoderamiento, por esto, aunque las diferencias salariales, siguen siendo muy significativas y se han reducido en un 25% en los últimos 5 años, tenemos que continuar defendiendo que la autonomía de las mujeres y su reconocimiento en el ámbito profesional es el principio básico de un camino hacia la libertad y la autonomía plena.
El feminismo sindical nos llena de energía y esperanza, porque nos une con una larga cadena de manifestaciones, reivindicación y rebeldía de las mujeres que nos precedieron; las del textil, las cigarreras, las maestras, enfermeras, dependientas, las jornaleras, las de la dependencia y ayuda a domicilio… el feminismo sindical es la energía que está presente desde la Revolución industrial, cuando las mujeres trabajadoras en manufacturas y fábricas lucharon por mejores condiciones laborales, protagonizaron hu8elgas, protestaron por los bajos salarios, largas jornadas, la necesidad de conciliación y contra la violencia sexual.
Para seguir cerrando la brecha de género en el mercado laboral, debemos trabajar para que aumente nuestra presencia en el ámbito científico, tecnológico, en las facultades de ingeniería o de matemáticas. Por ello es fundamental la sensibilización y promoción de la infancia y la juventud. Educar en igualdad, en la tolerancia y el respeto desde los primeros ciclos alumbrará generaciones de hombres y mujeres que construirán de la mano un futuro mejor y más justo.
Seguimos siendo cuidadoras. El 41% de mujeres frente al 33% de hombres cuidan de otras personas a diario y el porcentaje de mujeres que realizan tareas domésticas a diario es muy superior al de los hombres (64% frente a 44%).
Hoy más que nunca necesitamos que veamos la reivindicación feminista como una lucha compartida de hombres y mujeres. Este camino que hemos iniciado es imparable, pero le recorreremos antes si lo hacemos juntos, si hombres y mujeres caminamos de la mano, como iguales.
Protejamos además a las y los menores en los entornos digitales frente a la pornografía y la incitación a la prostitución. Impulsaremos decididamente la educación afectivo-sexual basada en el respeto, la igualdad y la dignidad de las personas. Continuaremos defendiendo que el cuerpo de las mujeres y su maternidad sean libremente elegidos por ellas mismas.
Y como cada año, hoy queremos poner voz a aquellas que no pueden, a todas las que aun hoy en día son discriminadas por el simple hecho de ser mujeres. Estas desigualdades se manifiestan en diversas formas, como el acceso limitado a la educación, la discriminación en el lugar de trabajo y la falta de oportunidades económicas, la brecha salarial, la violencia de género y la falta de representación en puestos de liderazgo.
Además, muchas mujeres enfrentan barreras culturales y sociales que dificultan su plena participación en la sociedad. Este año, también celebramos el 600 aniversario de la presencia del pueblo gitano en la península ibérica, reconociendo la resistencia y las contribuciones de las mujeres gitanas a lo largo de los siglos. Las mujeres gitanas han demostrado una notable fortaleza y resiliencia, preservando su cultura y tradiciones mientras luchan por sus derechos y por una mayor inclusión en la sociedad.»
Nuestro compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres es firme y abarca todos los ámbitos de la vida pública y privada.
Y lo queremos hacer de la mano de toda la sociedad, entre todas y todos, con las organizaciones feministas, con los colectivos y contando también con todas las instituciones.
Por las que nos trajeron hasta aquí, por todas las que nos acompañan hoy y las que vendrán en el futuro, conscientes de la importancia de estar más unidas que nunca, desde la sororidad, la reivindicación y la lucha feminista, un año más alzamos nuestra voz para decir:
¡Viva el 8 de Marzo! ¡Que viva la lucha de las mujeres!