La crisis ha tenido una influencia notable también en la situación de la población inmigrante en Torrelavega. El registro de nuevos inmigrantes ha descendido un 22%, pero la problemática de los que ya estaban aquí se ha recrudecido. La Oficina Municipal de Interculturalidad se encarga de ayudar a aquellas personas que han dejado sus países de origen en busca de un futuro y ahora residen en Torrelavega.
La oficina registró el año pasado 200 nuevos acogimientos y prestó 2.000 atenciones, tanto al colectivo de inmigrantes legales 46%, como a los irregulares 54%. Son algunos de los datos recogidos en la Memoria de Actividad de la Oficina Intercultural en 2012. Un servicio que presta a los inmigrantes asesoramiento legal y laboral, les ayuda a realizar trámites administrativos y a resolver necesidades básicas, además de ofrecer clases de alfabetización, castellano e informática.
La responsable de la oficina, Salomé Ríos ha señalado que muchos inmigrantes han retornado a sus países de origen, especialmente aquellos de lugares donde la situación económica no es alarmante o los que cuentan con una formación que les permite plantearse un nuevo comienzo.
Entre el colectivo sudamericano, ha cesado la llegada de personas de países como Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia y Colombia. El perfil ahora del inmigrante sudamericano es una mujer, de entre 25 y 40 años, el 3,60% provienen de Brasil, el mismo porcentaje de República Dominicana y en torno a un 4,60% de Cuba, aunque quienes llegan de este país suelen hacerlo como asilados y no como inmigrantes económicos.
Otro foco tradicional de inmigración, el Magreb, también ha sufrido cambios. Salomé Ríos ha explicado que el 20% del colectivo inmigrante procedente de esta zona norteafricana es de Marruecos, en algunos casos de segunda o tercera generación; ha desaparecido la llegada de personas de Argelia, Egipto, Túnez, Irán e Irak, mientras que Pakistán mantiene un colectivo pequeño pero regular.
De África cesa la llegada de personas de Senegal, Guinea y Burkina-Faso, y siguen siendo mayoritarios, con un 20,10%, los procedentes de Camerún. La llegada de personas procedentes de la Comunidad Europea también es casi nula y se ha reducido el colectivo de rumanos, que hasta hace poco era el más numeroso y ahora representa el 4,10%.
Ríos ha explicado que muchos inmigrantes han caído en la irregularidad al perder su empleo, a pesar de llevar muchos años en Torrelavega y haber superado diferentes etapas administrativas para legalizar su situación. En muchos casos, quienes se dirigen a la Oficina de Interculturalidad buscan ayuda para cubrir sus necesidades básicas. Por eso, se trabaja con otras organizaciones, como Cáritas o Cruz Roja, y con los Servicios Sociales.
La responsable de la Oficina ha explicado que la formación y la situación económica de sus países de origen es determinante para que los inmigrantes retornen o se queden. «El nivel de tolerancia a la frustración y a la adversidad es mucho más alto en quienes provienen de países donde la situación es desesperada, para ellos cualquier cosas es mejor que lo que conocen. Lo que para nosotros es una situación límite para ellos es su forma de vida».
Salomé Ríos también ha expresado su malestar por el cambio de percepción de la población que provoca la crisis. «Esos inmigrantes que ahora buscan trabajo son los mismos que han cuidado de nuestros hijos y nuestros ancianos, pero ahora, ante la adversidad no vemos delante de ellos».
El concejal de Servicios Sociales, Higinio Priede ha recordado que la misión de la Oficina Municipal de Interculturalidad es ayudar a los inmigrantes «desde la dignidad humana, entendiendo que son ciudadanos con todos los derechos», por eso desde este servicio se les ayuda con cuestiones jurídicas, laborales y de integración.