Agustín era uno de los grandes. Pero de verdad. No de los que se dicen buenas palabras cuando ya no están y cuyo recuerdo perdura tan sólo entre sus familiares y allegados. Dejó huella. Muchos fueron los que aprendimos no pocas cosas de él. Un legado de lucha y pasión. De logros y fracasos. De risas y llantos. De amigos y compañeros que codo con codo y a brazo partido lo dieron todo. Lo dan todo.
Tribuna
Hace días el Comité de empresa hablaba de cierta esperanza, ya que, en la reunión con el Presidente Mezquita, al menos, «se había hablado de futuro». Posteriormente, el mismo Comité matiza y muestra dudas y preocupación, dada la ambigüedad y falta de concreción, mostrada por Mezquita, a la hora de hablar de sus planes. Y, de nuevo, la mayoría del Comité vuelve a dirigir sus miradas hacia el Gobierno de Cantabria, como si sólo el tuviera la llave de la solución.
La pregunta, no obstante, que inevitablemente surge, a estas alturas, es si Sniace tiene futuro con Mezquita al frente.
La presencia y trayectoria de este ejecutivo al frente de la empresa apuntan a que no, que no se puede esperar que con él el futuro de Sniace se consolide razonablemente. Al menos es mi opinión. Y digo razonablemente, ya que no ignoro que Sniace no es un islote, sino que, como toda empresa mercantil, su éxito o fracaso, su viabilidad, en definitiva, está, en gran medida, condicionado por el entorno económico en que se desenvuelve.
Las elecciones municipales dieron la victoria por mayoría absoluta en Cantabria al Partido Popular desplazando del poder al Partido Regionalista y Socialista que gobernaban en coalición. La situación económica llevó a los recortes en partidas presupuestarias que dejaron al Club torrelaveguense sin el dinero de patrocinios institucionales y con el tiempo, a una subvención de la Consejería de Deportes cada vez más reducida. Ahora mismo, no se espera que haya ninguna subvención para el 2013, poniendo fin a una etapa de muchos años de subvencionar al fútbol regional con dinero público.
Desde hace varios años los ciudadanos de Torrelavega y su comarca estamos viendo como la que era conocida como ciudad del dólar, por su estructura y desarrollo económico de las décadas precedentes, desarrollo basado en la gran industria; bien podría…
Tenía que pasar. Varios años de incertidumbres desde que en los últimos días del año 2006
se aprobara definitivamente el avance reformado del nonato Plan General pesaban
demasiado sobre la mala conciencia de nuestros Administradores y ponían demasiado en
evidencia que hay empresas que no son para cualquier gobierno.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torrelavega ha decidido rescindir el contrato
con el equipo redactor del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por
entender que ha incumplido el mismo, dado que la finalización del documento estaba
prevista para 2008. Una decisión tan trascendente como llena de incertidumbres adoptada
«frente» a un equipo técnico que no se aplicó en sus cometidos. Al menos así nos lo
cuentan.
A propósito de la calle Julián Ceballos: Un poco de teoría urbanística para una propuesta de actuación
La polémica sobre la eficacia de las obras que se están acometiendo en la calle Julián Ceballos me devuelve a la memoria un planteamiento sobre lo que habría de ser un tratamiento de este espacio -particularmente entre sus confluencias con Fernando Arce y Alonso Astúlez- más acorde con el medio tan densamente habitado que lo rodea.
Tiene uno la impresión de que cuando se acometen obras urbanas se participa de un ritual que conduce a la Administración y los Poderes Públicos a un rutinario ejercicio de mantenimiento y mejora de los servicios y los espacios sin contextualizar todas estas obras en un diseño preconcebido de Ciudad. Allí donde exista un espacio para actuar, es preciso hacerlo así, con criterio.
«Compromiso con los trabajadores de Torrelavega y comarca» Lidia Ruiz Salmón Secretaria General PSOE Torrelavega
Torrelavega se moviliza nuevamente y lo hace por la defensa de los trabajadores y trabajadoras de una de sus empresas referente de lo que fue ciudad industrial y generadora de empleo, Sniace. Sobre ella se cierne la amenaza del despido de sus trabajadores y cierre de la misma. De momento, ahí está la práctica totalidad de su plantilla, inmersa en un Expediente de Regulación de Empleo por seis meses, con la interrogante de si se trata del preludio de su final definitivo, tal es el ambiente de incertidumbre y, en muchos, certeza de su destino.