Yo soy Heliodoro Segundo Pérez Toyos, nací en Duález / Torrelavega (Cantabria) el 3 de Abril de 1891, y vine hasta Burgos con mi mujer Josefa y mis hijos buscando un futuro mejor para todos nosotros. Soy encargado de mantenimiento…

Es cierto que puede ser sólo cuestión de palabras: Coalición de partidos, Frente amplio, Frente popular, Unidad popular… Existen ejemplos históricos que se han presentado bajo alguna de esas denominaciones y que, sin embargo, no se han diferenciado en lo fundamental. El Frente Popular de la II República, la Unidad Popular del Chile de Allende o el actual Frente Amplio de Uruguay son algunos de ellos.

A decir verdad, todos pueden ser considerados como «amplios». El Frente Popular republicano (con sus variantes de Front dÈsquerras de Cataluña y Valencia) agrupaba a no menos de 17 partidos o agrupaciones políticas y recibía el apoyo de los dos principales sindicatos del momento. La Unidad Popular de Chile, que era una coalición de partidos, y que se convirtió después en un partido federado, agrupaba a los siete partidos de izquierdas o populares más importantes, una central sindical y algunas agrupaciones sociales. El Frente Amplio de Uruguay, de larga historia, ha desembocado, en la actualidad, en una agrupación de, al menos, 30 organizaciones políticas.

En todos los casos, han nacido fruto del acuerdo y negociación entre los distintos grupos dirigentes de las organizaciones implicadas, han recibido el visto bueno, según los casos, de sus bases de afiliados, y se han presentado ante el electorado con un programa de mínimos, reclamando su voto.

Una ciudad desangrada por la crisis sistémica, que azota, como siempre, a los más débiles, una ciudad con 5.653 parados, -a los que se suman cientos de personas que asisten a cursos de formación- con índices más que preocupantes de urgencia social, una ciudad donde la alcaldesa no fue elegida por los ciudadanos, ni siquiera iba la segunda en su lista, una ciudad donde esa misma alcaldesa no es respaldada por sus compañeros de partido para encabezar las listas del PSOE en las próximas municipales, una ciudad históricamente luchadora, reivindicativa, solidaria, una ciudad donde estamos hartas y hartos de las maniobras de la patronal, de los caciques (los grandes y los de barrio, los del billete y los de la fábrica, los del sindicato que vende a sus compañeros y los que se reclaman más colorados que la cara que debiera ponérseles cuando mentan la palabra socialismo), una ciudad que ya no aguanta más promesas históricamente incumplidas, más ensayos de egocentrismo con su futuro… es una ciudad que no merece los gobernantes que tiene ni su cerrazón ante las demandas de sus vecinas y vecinos.

En un país como el nuestro es demasiado frecuente que con el dinero de todos, desde la clase política, se realicen aeropuertos sin aviones, autopistas sin circulación o como en el caso que nos ocupa, centro de emprendedores sin empresarios.

Lo primero que observamos cuando tratamos este importante asunto, es la falta de información de la ciudadanía; y por tanto, sin información o con verdades a medias, la gente opta por dejar que las cosas sigan los designios de los que «gobiernan el Ayuntamiento»: ell@s saben lo que conviene…

Los ciudadan@s de Torrelavega tienen que saber que el PP antes y ahora, tras la moción de censura, los PRC-PSOE han decidido, al margen de la ciudadanía, realizar esta obra innecesaria.

Es así, Frente Amplio, como se denomina la coalición de fuerzas de izquierda que nace en Uruguay en 1971, y que está al frente del Gobierno de ese país desde el año 2005.
Llevo algún tiempo leyendo información y análisis sobre este modelo político que se ha implantado democráticamente en este pequeño país de Sudamérica del que casi nadie habla porque tiene poco interés, económicamente hablando, para las potencias mundiales, especialmente para Estados Unidos. Pero, sobre todo, nos informan poco de Uruguay, (en contraste con la continua demonización de Venezuela y Cuba), porque no interesa que la gente conozca que hay otras formas diferentes, y mucho más eficientes, de hacer política.

Fórmulas de Gobierno que difieren mucho de las que conocemos en esta parte del mundo, conquistado por el capitalismo feroz de las élites financieras y económicas que rigen las políticas sin que nadie las elija, y que se manifiestan principalmente en lo que llamamos Troika (Banco Central Europeo, FMI y Comisión Europea).

La actual alcaldesa, Lidia Ruiz Salmón, ha perdido las elecciones primarias del PSOE de Torrelavega. Quizás para algunos esto solo signifique que no será la candidata del PSOE a la alcaldía de Torrelavega; en el fondo es mucho más que eso: sus propios compañeros de partido la han castigado por ser cómplice de esa aberración democrática que fue la moción de censura.

Una moción de censura que se demostró que no era más que un cambio de caras. Se fue el (des)gobierno de un Partido Popular sin programa y enfrentado con todos por sus maneras prepotentes y chulescas y vino un bipartido PSOE-PRC que tampoco tenía programa ni ideas para relanzar Torrelavega.

Casi nadie en Torrelavega apoyabamos esa moción de censura, no porque seamos del PP, sino simple y llanamente porque se trataba de una estrategia (dirigida desde Santander) que tenía como fin que unos cuantos políticos ansiosos de poder (y dinero) pillasen una poltrona. ¿Acaso ha cambiado algo la situación desde que el bipartito PSOE-PRC tomase los mandos de la ciudad? Han demostrado que la falta de ideas y el ansia de poder es el denominador común del PP, PSOE y PRC.

La esperanza es lo último que se pierde, dice el refrán. Algunos nos planteamos qué sentido tienen los proyectos políticos cuando se plantean sin tener el respaldo necesario de los ciudadanos. Esto es lo que pasa con el Centro de Emprendedores de Torrelavega enmarcado dentro de la iniciativa europea Proyecto Urban.

De nuevo, nos enfrentamos a un proyecto sin nada que lo sustente. Me refiero a que tipo de emprendimiento se quiere promocionar en este edificio. No hay ningún responsable político que nos aclare que nuevos yacimientos de empleo se pretenden crear en este Centro.

Me indigna y enfurece seguir viendo en mi ciudad circos que utilizan en su «repertorio» las actuaciones y la exhibición de animales salvajes.

Los circos con animales no son lugares divertidos. Detrás de la función, hay una realidad llena de sufrimiento y privación de libertad. Esos animales viven sometidos a cadena perpetua y a trabajos forzados para que aprendan sus trucos, y sus vidas se convierten en una auténtica tortura. Hay que añadir a eso que muchos circos son clientes de mafias dedicadas al tráfico de animales y que ese tráfico ilegal es el segundo más importante a nivel global.