Agustín era uno de los grandes. Pero de verdad. No de los que se dicen buenas palabras cuando ya no están y cuyo recuerdo perdura tan sólo entre sus familiares y allegados. Dejó huella. Muchos fueron los que aprendimos no pocas cosas de él. Un legado de lucha y pasión. De logros y fracasos. De risas y llantos. De amigos y compañeros que codo con codo y a brazo partido lo dieron todo. Lo dan todo.
OPINIÓN
Partiendo del barrio Las Presillas, en las inmediaciones de la localidad de Vargas, contamos con un acceso relativamente cómodo que nos lleva hasta la misma cumbre del Pico más emblemático de toda la comarca de Torrelavega: el Dobra; aunque en rigor debíamos decir La Capía -su verdadero nombre-, dado que por Dobra se conoce a toda la sierra sobre la que se yergue.
El camino es, en principio, una pista forestal que se encuentra asfaltada en su totalidad hasta la entrada a una descomunal explotación extractiva de roca caliza cuyo devastador efecto sobre el paisaje y el medio natural queda de manifiesto con una sencilla mirada.
Poco antes de llegar a este escenario, la pista corona un alto a cuya derecha se abre un camino de monte cuyo acceso permanece cerrado con una portilla de estacas y alambres que se abre fácilmente para poder seguirlo, no sin antes asegurarse de haber vuelto a cerrar el paso para mantener a los ganados en sus recintos de monte.
Agador no entiende nada de Internet. Jamás ha tenido una cuenta de correo y dudo mucho que sepa para qué y cómo funciona. Es por ese motivo que no me inmuto cuando entra feliz en mi estudio esta tarde agitando un sobre blanco por encima de su brillante cabeza, diciendo que acaba de recibir una carta de su madre.
Le digo que se siente en el butacón de orejas enfrente de la chimenea mientras observo cómo su semblante pasaba de la alegría a la preocupación. Dejo el New York Times sobre la mesita, al lado de mi foto con Sinatra hace 20 años, y cruzo las piernas mientras espero a que me cuente lo que le preocupa.
Todo el mundo creía que las Ferias empezaban cuando comenzaban las Fiestas, es decir: la víspera de La Patrona. Pero no…
Para nosotros, los niños, las Ferias empezaban cuando llegaba el primer camión con piezas de las atracciones; un caballito, una cesta de la noria, una cartolilla de los coches de choque… Daba igual. Habían llegado las Ferias. En Bilbao, mis abuelos las llamaban «las barracas», y en muchos otros sitios «los cacharritos»…
Ese era el primer paso. Acercarse a La Llama para ver como montaban las atracciones, y más especialmente, los coches de choque. Además de ser una atracción divertida, nos hacía soñar que ya éramos conductores… «como mi padre…» Ponían los tacos de madera, las traviesas, y toda la pista. Ya luego los pilares, ya estructura y el toldo. Se arrimaba la caravana, y entonces ya, aparecían los coches, tan maravillosos. Entre ellos, el nº 5… era el que más corría, sin duda. Sin la misma duda de que ahora mismo, yo solo, sería capaz de montar aquella pista.
Y así, desde la semana anterior, iban creciendo las atracciones. Era como si aparecieran por generación espontánea. La Plaza de La Llama se iba llenando de atracciones, y el viernes, antes del día de la Patrona, estaba ya todo listo.
Y continúo haciendo algunas reflexiones en torno a la educación, en esta ocasión sobre aspectos que se han hecho públicos de la nueva Ley que, según parece, quieren llamar de Calidad Educativa y que de eso no tendrá más que el nombre porque por lo que sabemos hasta ahora, será regresiva, segregadora y excluyente.
En esta segunda tribuna del portal de comunicación HoyTorrelavega, quiero introducirme en la prevención educativa de la población infanto-juvenil y como intentamos organizar esta tarea desde el SOAM en Torrelavega. Prevenir es intentar evitar que existan problemas, prevenir en la infancia es intentar dotar a nuestros niños y adolescentes de herramientas que les ayuden a ser personas maduras en la vida, expresión que queda muy bonita en unas palabras, pero difícil de afrontar. Solemos hablar mucho de la importancia de la prevención educativa, pero sucede que nos acordamos de ella cuando el problema es tan grande que ya es difícil de intervenir.
El pasado 24 de mayo realizamos el tercer trasplante de corazón en un mismo paciente. Se trata de un riojano de 52 años, a quien por diferentes motivos médicos ha sido necesario realizarle tres trasplantes cardiacos: el primero en 1990, el segundo en 2003 y el tercero el pasado mes de mayo. Más de tres meses después de esta última intervención, el paciente mantiene una evolución satisfactoria de su salud.
La cirugía se desarrolló durante 10 horas y en ella intervino un equipo de tres cirujanos, dos anestesistas y tres enfermeras especializadas. La recuperación en la Unidad de Cuidados Intensivos se prolongó por espacio de 10 días.
Agador, mi asistente personal, cuya esbeltez y belleza es inversamente proporcional a su número de neuronas, me dijo el otro día que estaba leyendo «50 sombras de Gray». Me comentó, con su habitual parquedad propia de mentes inferiores, lo «fascinante que era», a lo que añadió que «toda la gente hablaba del libro» porque «estaba de moda».
Son pocas las personas que conocen el único lago de origen natural de nuestra comarca. Para descubrirlo hay que acercarse hasta Rumoroso, en la localidad de Polanco, ayudándose de unos sencillos indicadores de madera que nos conducen a sus orillas desde la carretera local a su paso por el centro del Barrio.