Sabores… a fresa… a menta… a pipas…

De nuestra vida, formaban parte los barrios y los colegios, los amigos y los juegos, y… Las Golosinas (obsérvese cómo el autor lo escribe con mayúsculas).

No, no, no… las chuches no. Las Golosinas (obsérvese cómo el autor lo escribe en negrita).

La referencia: la peseta. Todo entonces era «a peseta» o como mucho, «por una peseta te dan tres!». Alguna vez en el Colegio, nos enseñaron la diferencia entre valor de uso y valor de cambio. Las Golosinas eran el ejemplo. Por lo que nos daban a cambio, Las Golosinas eran muy baratas, porque con una «propinilla» que alguien te diera, llenabas el bolsillo.

La crisis económica que padecemos, la mayoría de los ciudadanos, no es una «maldición bíblica» ni tampoco un fenómeno sobrenatural, ante el que solo cabe oponer un gran paraguas, bajo el que refugiarse. La referida crisis, cuyos efectos más perniciosos son entre otros el paro, los desahucios, los recortes en Sanidad, Educación, Ley de Dependencia… son el resultado de la connivencia entre los que la generaron y/o diseñaron, los llamados mercados (el capital) y las fuerzas políticas neo-liberales (la derecha política) cuyas expresiones en España son el PP y el PSOE.

Por tanto, el paro creciente (que es la cuestión que nos ocupa) es producto de las políticas que se hacen, desde la Sra. Merkel en Europa, hasta el Sr. Rajoy en España consistentes (simplificándolo) en hacernos pagar la crisis, a quienes no la hemos generado.

A tal fin se afanan en promover lo que ellos llaman «reformas estructurales»; que en suma es legislar en el sentido de sangrar las exiguas economías de los ciudadanos y los derechos conquistados desde hace muchos años, a base de lucha: con sangre, sudor y lágrimas.

«Maestro, lo de la humo blanco me parece como muy primitivo», me dice Agador mientras vemos en la CNN las imágenes que muestran la fumata blanca ascendiendo al cielo romano.

«Agador, se trata de una tradición como tantas otras, lo importante es la señal; el nuevo representante de Dios en la tierra ha sido elegido».

«¿Pero qué fuman para que salga humo blanco? He fumado de todo y no recuerdo nada que eche humo blanco».
Aquí está de nuevo, mi animalito preferido; unos ojos puros e inocentes rodeados de una inmensidad perfecta. La piel tersa joven y el vello rubio poco poblado. Es tan poco consciente de su belleza y su potencial, como fresco y espontáneo en sus respuestas.

Hace días el Comité de empresa hablaba de cierta esperanza, ya que, en la reunión con el Presidente Mezquita, al menos, «se había hablado de futuro». Posteriormente, el mismo Comité matiza y muestra dudas y preocupación, dada la ambigüedad y falta de concreción, mostrada por Mezquita, a la hora de hablar de sus planes. Y, de nuevo, la mayoría del Comité vuelve a dirigir sus miradas hacia el Gobierno de Cantabria, como si sólo el tuviera la llave de la solución.

La pregunta, no obstante, que inevitablemente surge, a estas alturas, es si Sniace tiene futuro con Mezquita al frente.

La presencia y trayectoria de este ejecutivo al frente de la empresa apuntan a que no, que no se puede esperar que con él el futuro de Sniace se consolide razonablemente. Al menos es mi opinión. Y digo razonablemente, ya que no ignoro que Sniace no es un islote, sino que, como toda empresa mercantil, su éxito o fracaso, su viabilidad, en definitiva, está, en gran medida, condicionado por el entorno económico en que se desenvuelve.

Las elecciones municipales dieron la victoria por mayoría absoluta en Cantabria al Partido Popular desplazando del poder al Partido Regionalista y Socialista que gobernaban en coalición. La situación económica llevó a los recortes en partidas presupuestarias que dejaron al Club torrelaveguense sin el dinero de patrocinios institucionales y con el tiempo, a una subvención de la Consejería de Deportes cada vez más reducida. Ahora mismo, no se espera que haya ninguna subvención para el 2013, poniendo fin a una etapa de muchos años de subvencionar al fútbol regional con dinero público.

Con esta nueva tribuna del portal de comunicación Hoy Torrelavega, quiero iniciar una serie de artículos orientados a reflexionar sobre la educación, un tema que considero es fundamental en nuestra sociedad, familia, escuela, etc.

Vivimos en una sociedad con muchos cambios (las nuevas tecnologías, el sistema económico mundial, la crisis, el cambio en las relaciones personales, la evolución de la familia,…). Todo este contexto social exige a los padres, profesores, educadores, prepararnos y disponer de herramientas para afrontar la tarea educativa con intención de ayudar a los niños en el desarrollo como personas equilibradas, responsables y maduras, afrontando este mundo nuevo y cambiante que les toca vivir.

Ni idea…

No tengo ni idea de por qué ese juego se llamaba así, ni por qué cada una de las figuras se expresaba de la manera que se hacía. Incluso he intentado investigar en internet, y por primera vez, la red me ha dejado solo.

Atiendo a peticiones de todos mis amigos: «habla sobre los juegos, por favor, habla sobre los juegos…» ¡Ea! Vamos a recordar aquellos ratos de colegio (o de escuela, véase la entrega anterior) en lo que lo importante era pasar el rato.

Desde hace varios años los ciudadanos de Torrelavega y su comarca estamos viendo como la que era conocida como ciudad del dólar, por su estructura y desarrollo económico de las décadas precedentes, desarrollo basado en la gran industria; bien podría…