Agustín era uno de los grandes. Pero de verdad. No de los que se dicen buenas palabras cuando ya no están y cuyo recuerdo perdura tan sólo entre sus familiares y allegados. Dejó huella. Muchos fueron los que aprendimos no pocas cosas de él. Un legado de lucha y pasión. De logros y fracasos. De risas y llantos. De amigos y compañeros que codo con codo y a brazo partido lo dieron todo. Lo dan todo.
OPINIÓN
Plaudite, cives.- D.José Ramón Brotons.
La transición entre el mundo académico y el laboral no la tenemos bien perfilada en nuestra comunidad lo que nos impide vernos favorecidos por la aportación que las personas jóvenes ofrecen a las organizaciones y, por ende, a la sociedad con la que se interrelacionan.
Ilusión, creatividad, ganas de aprender, flexibilidad, iniciativa, competencias tan valoradas en el actual entorno de cambio que vivimos y sobre las que pivota el urgente futuro de nuestra comarca, son valores intrínsecos a los jóvenes.
El próximo 7 de octubre se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, convocada por la Confederación Sindical Internacional (CSI). En Cantabria, no podía ser de otro modo, UGT se ha sumado a dicha convocatoria anunciando la celebración de una concentración ese día a las 19.30 de la tarde frente a la Delegación de Gobierno en Santander y asambleas de trabajadores y trabajadoras en las empresas.
En un contexto de 8736 personas desempleadas en nuestra Comarca y con una raquítica creación de empleo, mayoritariamente temporal y precaria, la Unión General de Trabajadores en el Besaya se plantea esta movilización como un medio no solo para avanzar hacia la universalización del trabajo decente en el mundo sino como un toque de atención a la ciudadanía de nuestro territorio para que tome conciencia de que a la lacra del paro se ha sumado, en el transcurso de esta crisis, unas condiciones laborales nefastas en las escasa ofertas de empleo que llegan al mercado de trabajo.
Sí, no se quede a medias tintas. No se contente con pedir «lo que parece razonable»: que la dirección de Sniace desvele sus planes, que descubra a los posibles inversores y, por supuesto, que se autoflagele, declarándose única responsable de la situación de la empresa. No fuerce sólo la dimisión del actual Consejo de Administración, del que forma parte un compañero de su partido. No se conforme con quitar de en medio a Blas Mezquita. Se lo dice una de las personas más críticas con la gestión de este señor. No. Expropie. Hágase con la propiedad de la empresa y déjela en manos de sus trabajadores. Al fin y al cabo son los que han demostrado, en toda la historia de Sniace, que son capaces, con su trabajo, de mantener viva la empresa. Y, por supuesto, no caiga en la tentación de brindársela a cualquier amiguete para que haga el negocio del siglo.
En todo esto, algunos le apoyaríamos fervorosamente. No creo, sin embargo, que le pidan tanto los dirigentes de USO. Al menos, no les hemos oído hablar nunca en ese sentido.
Hace días puse sobre la mesa una propuesta o, más bien, una sugerencia, que ha recibido apoyos y también críticas, lo cual es natural en estos tiempos.
Asistimos a un debate general, que viene desde la explosión del 15M, y que, una vez ha tomado este movimiento forma política en Podemos, se concreta, ahora, según parece, en la necesidad o no, para la izquierda, de que converjan Podemos e IU, o de si el PSOE estaría dispuesto a pactar con Podemos, después de las elecciones, o si Podemos, en pleno proceso de autodefinición, debe seguir fielmente «su filosofía» o dejarse querer, aceptando proposiciones «deshonestas» que le puedan venir desde fuera. Como si no hubiera otras alternativas.
En anteriores artículos he reflexionado sobre temas relacionados con el alcohol y cannabis, en este artículo me acerco a las drogas de síntesis o diseño, con el título utilizado en el estudio sociológico publicado desde el SOAM hace varios años.
Cuando hablamos de drogas en la sociedad, nos damos cuenta como los consumos van variando en cuanto a las sustancias, y observamos como ceden espacios a otras drogas o se da el poli-consumo. Recuerdo cuando el consumo de la heroína se vivió como moda hace años, y como a través de la historia ha cedido espacios a otras drogas. Las drogas de síntesis aparecen en un momento en que se produce una crisis en el consumo de la heroína y la sociedad se da cuenta de lo peligroso de esta droga.
En España el consumo de drogas de síntesis toma fuerza a principios de los años 90, especialmente en zonas turísticas. Son consumidas por jóvenes que vivían la fiesta de forma intensa, bailando sin parar al son de la música, proporcionando un estilo de ocio basado únicamente en la cultura de la fiesta y el baile, y en la que el éxtasis tenía mucha presencia dado sus propiedades altamente estimulantes.
Los datos de siniestralidad laboral del primer semestre de 2014 ofrecidos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social muestran un aumento generalizado de los accidentes de trabajo en el conjunto de España y también en nuestra región, que confirman el deterioro de la prevención de riesgos laborales denunciada por Comisiones Obreras en todos los ámbitos referidos a la Salud Laboral.
Los datos son preocupantes, si tenemos en cuenta que el incremento se manifiesta de forma generalizada; tanto en términos absolutos como relativos (índices de incidencia) y en casi todos los sectores de actividad.
Los accidentes con baja en el primer semestre han crecido un 5%. Los accidentes mortales aumentan un 3’2% en el conjunto de actividades. Crecen un 54% en el sector agrario, un 36% en la industria y un 7% en la construcción.
Además, los accidentes «in itinere» aumentaron un 20’5%.
En Cantabria se registraron hasta el mes de junio 2.300 accidentes con baja, lo que representa un 7% más que el mismo periodo del año anterior.
Paro, paro, paro: 7.499 demandantes inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo de Torrelavega, de los cuales 63% son parados de larga duración (más de un año sin trabajo) y el 55,6% no recibe ninguna prestación.
En cuanto a los datos de contratación, no son nada halagüeños: 838 personas para firmar 985 contratos, de los cuales el 30,8% fueron a menores de 30 años y sólo el 4,8% para parados de larga duración, y únicamente 84 fueron contratos indefinidos a jornada completa, lo que significa un paupérrimo 8,5%.
Sin duda el desempleo es el principal problema en esta ciudad. Llevamos años siendo el punto negro de toda Cantabria. Tal es así que algunos ya bromean con el cambiar el nombre de la ciudad de Torrelavega a Torredelparo. Pero, ¿qué hacemos los ciudadanos?
Algunos emigran, otros se reciclan o emprenden, otros nos sacamos otra titulación, otros se rinden y la mayoría subsisten.
Y nuestros políticos, ¿qué hacen mientras tanto?
Hay quien está basando toda su estrategia sobre el hecho de que vivimos un momento de auténtica emergencia social. Que se nos ha abierto una puerta. Y que no podemos dejar pasar la oportunidad de atravesarla.
Nadie niega que el panorama político está revuelto y que los partidos tradicionales buscan, a toda costa, no perder comba. Y que los minoritarios de izquierda sólo hablan de unidad. Es cierto que se nos presenta la mejor ocasión, desde hace mucho tiempo, para quienes estamos empeñados en cambiar profundamente las cosas. Pero, de ahí, a que sea esta la única y última oportunidad para intentarlo, va mucho trecho. Y, más aún, si lo que pretendemos es ganar la guerra y no sólo alguna batalla.
No quiere esto decir que no podamos contemplar el panorama con ilusión, porque una oportunidad como la actual, la mayoría ni la ha vivido ni siquiera ha soñado con encontrársela. Pero la ilusión no basta para cambiar las cosas.
Una mayoría de gente repite que la política tradicional no sirve paras solucionar los problemas que tenemos, y reniega de que los partidos mayoritarios y los sindicatos oficiales se empeñen en que su situación de privilegio no cambie. Y no es que esos partidos y sindicatos sirvan o no, sino que es su forma de hacer política la que no sirve, fundamentalmente, por una cosa, y es que la gente no confía en ellos.