El trabajo es la primera fuente de riqueza de las sociedades humanas pero, también, es un espacio social en el que las personas se accidentan y enferman con mayor frecuencia de lo que sería deseable. Así, la Salud Laboral constituye una parte fundamental de la acción sindical desarrollada por la representación legal de los trabajadores y trabajadoras en las empresas y una preocupación permanente para las organizaciones obreras desde hace décadas.

La legislación preventiva, las acciones formativas, las campañas publicitarias y el asesoramiento proporcionado tanto a empresas como a las plantillas a lo largo de los años han sido unos instrumentos eficaces de lucha contra la multitud variopinta de elementos que hacían de los centros de trabajos unos lugares donde la salud se veía amenazada.

En unos momentos de crisis económica como la que estamos viviendo, el envejecimiento activo es más necesario que nunca, para ello en CCOO seguimos defendiendo la importancia del papel del Estado como regulador, supervisor, agente económico y proveedor de servicios sociales y de protección social, frente a los que pretenden reducir su papel a la mínima expresión y de aquellos que reclaman, aunque sea parcialmente, más mercado.

Pero tenemos muchas dificultades pues el INE establece el umbral de pobreza en 646€/mes. Partiendo de ahí, todas las personas cuyos únicos ingresos sean los provenientes de una prestación económica no contributiva (subsidio por desempleo, renta activa de inserción, pensión no contributiva o renta mínima de inserción), se sitúan por debajo del umbral de pobreza relativa, si este hecho se produce en hogares con más de un miembro estamos hablando de situaciones de pobreza severa, entre las que se encuentran muchos pensionistas y jubilados.

Una de las más graves consecuencias de la actual crisis económica es sin duda la devaluación que están experimentando los salarios porque está contribuyendo a disparar los índices de pobreza de la sociedad española hasta niveles nunca antes cuantificados. Hasta su inicio, el desempleo había sido la fuente de empobrecimiento consustancial a las crisis cíclicas del capitalismo. Se perdía el trabajo y, consecuentemente, el poder adquisitivo del trabajador o trabajadora desempleada se reducía inmediatamente y, de manera progresiva, a medida que transcurría el tiempo en esa situación como resultado de las reducciones inherentes a las prestaciones por desempleo.

Pero, en la actual, a esa fuente de empobrecimiento tradicional en los períodos de depresión se ha sumado la devaluación salarial que los trabajadores y trabajadoras con empleo vienen sufriendo en los últimos seis años. Refrendar esta afirmación es una tarea sencilla pues basta con echar un vistazo, únicamente, a los índices económicos del pasado 2013 para averiguar que la remuneración de los asalariados cayó en un 3,5% respecto al año precedente. Hoy trabajamos para ser pobres. Y, por si esta circunstancia no fuese suficientemente grave en si misma, nos encontramos también con el hecho de que nuestro Salario Mínimo Interprofesional, además de ser de los más bajos de Europa (solo estamos por encima de Portugal y Grecia), ha sufrido una importante pérdida de poder adquisitivo desde 2010.

El 25 de mayo tendrán lugar nuevas elecciones al Parlamento Europeo, en un contexto caracterizado por los efectos de las políticas de austeridad y las llamadas «reformas estructurales», que han impuesto de forma autoritaria un modelo de salida de la crisis que ha provocado el crecimiento de las desigualdades y un recorte de los derechos sociales y laborales.

Lejos de haberse resuelto la crisis, las medidas adoptadas para su solución han deteriorado los sistemas de protección social, minado la legitimidad democrática de los Estados, acelerado el retroceso en el nivel de vida de millones de personas y han supuesto un grave ataque a los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Europa necesita refundarse en clave democrática y configurar una nueva y amplia mayoría política y social que permita reafirmar el modelo social europeo y su conexión con la ciudadanía, y abra paso a la propuesta sindical de «Un nuevo rumbo para Europa: Plan para la inversión, el crecimiento sostenible y empleos de calidad».

 Acabamos de vivir el 8 de Marzo. Una conmemoración para reconocer y reivindicar.

RECONOCER la lucha emprendida por las mujeres con el fin de alcanzar la igualdad respecto a los hombres en todo el mundo y a la cual no se le puede poner fecha de inicio porque encontramos a mujeres luchando denodadamente en pos de ese objetivo en cualquier época histórica. Y REIVINDICAR porque los estudios que analizan a la sociedad española en relación a este tema en la actualidad son demoledores. En cualquier ámbito estudiado, las estadísticas describen una realidad social que se haya muy pero que muy lejos de alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

En el mundo del trabajo la desigualdad adquiere unos tintes dramáticos que se han visto agravados en el contexto de la crisis actual y la aplicación de unas políticas gubernamentales que están incidiendo negativamente en la consecución de la igualdad efectiva cuando no generando una involución social en este aspecto.

Las cifras son tozudas y señalan que el desempleo femenino se sitúa un 1,5% por encima del masculino; la tasa de empleo 10 puntos por debajo de la de los hombres y sobre los salarios demuestran contundentemente que las mujeres cobran un 23% menos que sus compañeros por término medio. A esto hay que sumar aquellas estadísticas que sitúan a las mujeres a la cabeza de la temporalidad, la parcialidad de la jornada y la ocupación en los sectores productivos peor remunerados.

Desde CCOO, reivindicamos orgullosos la historia del sindicato, fue la lucha del movimiento obrero la que trajo la democracia a este país. Nosotros sabemos de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos, el sindicato es una herramienta para la…

El preacuerdo adoptado el 7 de marzo por el Consejo Europeo con Turquía evidencia la absoluta insensibilidad de la UE y los Estados miembros ante la crisis humanitaria de los refugiados, que arriesgan su vida huyendo de la guerra. Trata…