El Barón francés Jean Dominique Larrey era el cirujano más prestigioso del ejercito de Napoleón. Estuvo junto a Bonaparte en las campañas de Egipto, Palestina, Alemania y España y su pericia como cirujano no ha tenido parangón a lo largo de la historia. Se dice de él que fue autor de hasta 20 amputaciones en tan sólo 24 horas en la batalla de Borodino. Herido de gravedad, dado por muerto y capturado finalmente por los prusianos en la batalla de Waterloo, es sentenciado a muerte. Instantes previos a la ejecución, es reconocido in extremis por un médico alemán (antiguo discípulo suyo), que intercede por él ante el jefe de la autoridad prusiana siendo automáticamente conmutada la pena capital.
Pero mucho antes de este suceso, el 18 de marzo de 1810 al Dr Larrey se le presenta en una reunión médica el caso de un soldado de 30 años que, después de ser acusado injustamente de una falta grave segun el rango militar de la época, se ha intentado suicidar apuñalándose en el pecho hace días.