El comité de empresa ha pedido al presidente de Cantabria la convocatoria inmediata de una reunión en la que se sienten juntos Gobierno regional, dirección de Sniace y los representantes de los trabajadores. La plantilla dice que hay «contradicciones» entre lo que manifiesta el presidente de Sniace, Blas Mezquita, y lo que dice Ignacio Diego, en los encuentros que han mantenido ambos, pero por separado, con el comité, por eso reclaman una reunión tripartita.
Diego se ha reunido con los representantes sindicales durante unas dos horas en el Parlamento regional, donde se debatía la rebaja del canon de saneamiento y frente al que se ha concentrado la plantilla de Sniace. Los trabajadores han recibido al presidente cántabro de espaldas y en silencio por «arrogante». Los concentrados portaban carteles en los que se leía «Diego, por arrogante, recibe nuestro desplante».
El jefe del Ejecutivo regional ha rechazado hacer declaraciones sobre la reunión con el comité, pero según ha explicado su presidente, Antonio Pérez Portilla, Diego «apoya» la propuesta de una reunión tripartita. El sindicalista ha recordado que el propio presidente cántabro ya comprometió un encuentro a tres bandas cuando la dirección de Sniace presentó el Plan de Futuro para la empresa. Lo que no ha concretado Diego es la fecha para el encuentro que él debe convocar, ha señalado Portilla.
Así, ha explicado que, como en anteriores ocasiones, el presidente cántabro ha asegurado al comité que «el malo de la película» es Sniace, mientras que cuando se reúnen con la dirección Blas Mezquita culpa de la situación de la empresa a la fiscalidad impuesta por el Gobierno central y el regional, con el «céntimo verde» y el canon de saneamiento. Por eso, la plantilla quiere una reunión tripartita para aclarar todo esto.
Respecto a los problemas de la fábrica, el presidente del comité ha dicho que Diego ha asegurado que buena parte de ellos están en «vías de solución» y les ha asegurado que sigue «apostando» por la viabilidad de la empresa y convencido de que Sniace tiene futuro. También les ha hablado de un estudio que al parecer confirma que la depuradora de la empresa podría tratar parte de los vertidos urbanos de Torrelavega, mientras que el «céntimo verde» lo emplaza a la decisión del Gobierno central y a un plazo dilatado, incluso para después del verano.
En opinión del comité, el balance de la reunión es de «moderado optimismo», porque ven en Diego «voluntad» pero no hechos. Según Portilla, no han conseguido que el presidente hable de los plazos del ERE que afecta a 330 trabajadores de la factoría torrelaveguense, y todas las preguntas al respecto han chocado contra «una piedra».
Este mismo lunes, después de los llamamientos y críticas de la plantilla, el presidente regional anunciaba que se reuniría con el comité. Los trabajadores llevaban semanas reclamando que Diego cumpliera su palabra y el compromiso que adquirió en enero. «Nos dijo que nos llamaría en diez días y ha pasado casi dos meses», reprochaba el comité.