Bridgestone plantea el despido de 117 trabajadores en la planta de Puente San Miguel, dentro del plan de reestructuración que la multinacional va a realizar en su división europea y que en sus cuatro fábricas españolas supondrá 442 despidos. En la factoría cántabra, el expediente de extinción de empleo que ha presentado la dirección afectarían a 101 obreros, 5 personas de los servicios de fábrica, 4 técnicos, 3 mandos y 4 directivos y titulados.
En la planta de Burgos, Bridgestone plantea 109 despidos, y en las plantas vizcaínas de Basauri y Usánsolo, son 184 y 32, respectivamente. La dirección ha presentado también un calendario de negociaciones. La próxima reunión del comité intercentros será el martes 13 de noviembre.
La noticia ha sido calificada como un «varapalo» por los representantes sindicales, que confiaban que Puente San Miguel se viera menos afectada por la reestructuración, y que ahora tratarán de reducir las cifras y de conseguir las mejores condiciones para los trabajadores que finalmente salgan de la planta.
En los próximos días los sindicatos celebrarán asambleas para detallar a los trabajadores el alcance de la medida, que amenaza aún más la maltrecha economía de Torrelavega. Bridgestone, con cerca de medio millar de operarios, es uno de los pilares industriales de la comarca del Besaya. Hace dos años, la factoría de Puente San Miguel ya se vio sacudida por el cierre de una de sus líneas de producción, la de camioneta, centrando la fabricación en la cubierta agrícola. Actualmente, la plantilla está en un ERE de 38 días, el segundo que presenta la dirección este año.