Esta medianoche está previsto en el Hospital Comarcal Sierrallana el inicio de una huelga de carácter indefinido en la cocina de pacientes y trabajadores y en la cafetería de personal. Una huelga, además, sin servicios mínimos legalmente establecidos, ya que la empresa adjudicataria, Eurest, no siguió los cauces preceptivos.
Tras el fracaso del acto de mediación celebrado el pasado miércoles en el ORECLA, que concluyó sin avenencia, tampoco hubo acuerdo en los servicios mínimos. La dirección debería haber presentado una propuesta de servicios mínimos para su aprobación por la Dirección de Trabajo y su publicación en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), cosa que no hizo.
El representante de UGT en el Hospital Sierrallana, José María Fernández Cobo, ha explicado que la empresa se ha limitado a comunicar a los trabajadores, en una nota manuscrita, que a partir de este lunes comenzaba el «menú único» para los pacientes, debido al inicio de la huelga, y que colgaría en el tablón de anuncios el listado de trabajadores que este lunes, primer día del paro, debían cumplir los servicios mínimos.
Un procedimiento, ha señalado, totalmente irregular, por lo que legalmente «todos los trabajadores» de Eurest en Sierrallana, 35 entre fijos y eventuales, «podrán ejercer su derecho a la huelga».
Los trabajadores siguen mostrando su disposición a llegar a acuerdos si la empresa adjudicataria, que desde octubre gestiona la cocina de pacientes y trabajadores y la cafetería de personal del centro hospitalario, reconduce su postura respecto a los incumplimientos que denuncia la plantilla.
La huelga, aprobada el pasado mes de marzo con 29 votos a favor y una abstención, está motivada por los «constantes incumplimientos» por parte de la empresa desde que el pasado mes de octubre asumió la gestión de la cocina y la cafetería del hospital comarcal, denuncian los trabajadores: impago de festivos, irregularidades en las cantidades de las nóminas, impedimentos para coger vacaciones o incorrecto abono de las bajas. Algunas de estas cuestiones, como destaca la representación sindical, han sido denunciadas y ganadas en los tribunales, pero la empresa sigue sin cumplirlas.
El detonante que ha provocado el paro ha sido la sanción por falta grave, de tres días de empleo y sueldo, impuesta a una trabajadora de cocina por realizar de forma incorrecta trabajos que le fueron ordenados aunque no correspondían a su puesto.