Las obras de ampliación que se están ejecutando en el rocódromo de La Habana Vieja de Torrelavega duplicarán la superficie para practicar escalada y permitirá también hacer rapel. Los trabajos consisten en la instalación de 133 metros cuadrados más de placas, repartidas en dos nuevas paredes, además de añadir elementos como un tubo, para hacer escalada en chimenea.
Con esta actuación, que aumenta a más del doble el tamaño original del rocódromo, pasando de 63 a casi 200 metros cuadrados, se conseguirá compatibilizar la actividad de escalada libre para usuarios con la de los alumnos de la escuela deportiva municipal. Otra de los novedades es que se podrá hacer rapel –una disciplina que consiste en el descenso de superficies verticales-, ya que se creará una pasarela en la parte alta de la instalación con enganches específicos para esta práctica.
La ampliación tiene un presupuesto de 48.000 euros y será una de las inversiones más cuantiosas de las previstas este año en la Concejalía de Deportes de Torrelavega. El responsable de esta área, Enrique Gómez Zamanillo, ha dicho que con estos trabajos el rocódromo se convertirá en «una de las instalaciones municipales referentes del norte de España». El concejal ha explicado que se está intentando promocionar el deporte de la escalada, «que si bien no es mediático, pues no existen grandes retransmisiones ni gran publicidad sobre el, si que es muy practicado, tanto al aire libre como en lugares cubiertos, y los usuarios nos están transmitiendo su ilusión porque esta obra sea realizada».
Concretamente, en la parte izquierda del rocódromo se ha colocado una placa vertical de 6,80 metros de longitud por 8 de altura, con unos 40 grados de desplome. Entre el lateral de esta ampliación y el muro existente se creará una fisura para la práctica de la escalada en chimenea. Además se modificará la zona de búlder, desplazándola y montándola a siete metros de la nueva placa vertical.