La pradera de San Cipriano ha recibido, un año más, a muchos romeros llegados de diferentes puntos de Cantabria pero, sobre todo, de la comarca del Besaya, donde esta fiesta tiene un gran arraigo.
Tras la subida del santo a la ermita y la misa, se han sucedido los bailes regionales y las actuaciones de picayos y coros de la comarca del Besaya. También se ha celebrado un mercado artesanal, romería montañesa, juegos tradicionales para los más pequeños y actuaciones musicales durante toda la jornada.
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha sido una de esas personas que han subido a la pradera para participar en la tradición de honrar a San Cipriano en Cartes. Vestida con un blusón y pañuelo y se ha sumado a los romeros en la procesión del santo.
Buruaga ha reconocido ser una asidua a esta festividad, si bien es la primera vez que lo hace como presidenta de Cantabria. «Es una jornada de devoción, muy ligada a nuestras raíces, a nuestros orígenes y a lo que somos» como comunidad, ha subrayado.
La presidenta regional ha añadido que esta celebración, «una de las romerías más típicas y tradicionales que tiene Cantabria», es también una «oportunidad para estar muy cerca de la gente, de sus problemas» y «compartir aquello que celebramos y nos une».
Junto a la presidenta cántabra, han asistido el alcalde de Cartes, Agustín Molleda, entre otros representantes autonómicos y municipales.