La Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) ha denegado la solicitud del concejal no adscrito Rufino Sasián de legalización de cuatro naves de su empresa Paruvi construidas en La Llamiega, en Tanos. La CROTU también ha denegado la construcción de dos nuevas naves en suelo no urbanizable en La Llamiega, al rechazar el posible interés público o social que argumentaba Sasián.
La resolución de la CROTU, con fecha de 19 de febrero y a la que ha tenido acceso HoyTorrelavega, apunta que «dado el volumen de las instalaciones existentes y previstas, así como el hecho de que se ubiquen en un suelo que el Plan General de Ordenación Urbana de Torrelavega clasifica como urbanizable no programado industrial, determina que no pueda tener encaje la solicitud (…) por entender que el mismo supone una actuación aislada en suelo rústico, pero no un conjunto de instalaciones que conforman un pequeño polígono industrial, siendo preciso para su legalización el desarrollar urbanísticamente el citado suelo urbanizable».
Así, se detalla que la solicitud de legalización de «un conjunto de naves que suman 3.675 metros cuadrados, construidas en 20.355 metros cuadrados de suelo y separadas por un camino vecinal, y sobre las que se pretende construir dos naves de 908 y 903 metros cuadrados». Además, Sasián pretendía «legalizar también un aparcamiento de camiones en otra parcela de 3.826 metros cuadrados distanciada 100 metros del conjunto de las instalaciones».
Todo ello en un suelo que el Plan General clasifica como «urbanizable no programado, asimilable por tanto al urbanizable residual, que sigue el régimen jurídico del suelo rústico de protección ordinaria», señala la resolución.
Respecto al resto de las naves de Paruvi, construidas ilegalmente en La Llamiega, la CROTU, como avanzó HoyTorrelavega en noviembre de 2017, considera prescrita la infracción urbanística al haber sido edificadas antes de 2001, y tampoco impone obligación de restituir los terrenos a su estado original.
Paruvi, la empresa del concejal Rufino Sasián, que hasta el pasado mes de octubre militaba en el Grupo Torrelavega Sí, lleva décadas inmersa en polémicas. Además de las irregularidades urbanísticas, un informe municipal cifró en 4.228 euros el «quebranto económico» causado a las arcas municipales solo en los meses de marzo y abril de 2015 por la recogida ilegal de cartón realizada por Paruvi y en junio hubo una resolución de Alcaldía ordenando a la empresa de Sasián que cesase en dicha actividad «ilegal».
También la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, tras una denuncia de ACPT, multó con 600 euros en marzo de 2017 a la empresa Paruvi por depositar contenedores y otros materiales sin autorización en la zona de denominada de ‘policía de cauces’, en la margen derecha del arroyo Sorravides a su paso por el barrio La Llamiega.
La recriminación de estos hechos en el último pleno por parte del portavoz de ACPT, Iván Martínez, generó un tenso enfrentamiento con Rufino Sasián, en el que éste llevó reiteradamente sus críticas al terreno personal, provocando una tensión raramente vivida en una sesión municipal.