Manos Unidas ha organizado este viernes un Festival Benéfico en el Teatro Municipal Concha Espina de Torrelavega, cuya recaudación se utilizará para construir un centro infantil en la segunda población del Congo, Lubumbashi, destinado a atender a los hijos de mujeres abandonadas, viudas o solteras, mientras estas trabajan. El festival será a las 19.30 horas, contará con actuaciones musicales y de danza, y el precio de la entrada, que se puede adquirir en comercios de Torrelavega y en taquilla, es de 5 euros.
El espacio infantil al que se destina el festival tiene un presupuesto de 56.000 euros y un plazo de ejecución de 12 meses, beneficiará directamente a más de 600 personas, entre mujeres y niños, y a un millar de congoleños indirectamente. El proyecto se desarrollará anexo al Centro de Formación que Manos Unidas ya financió hace algún tiempo.
El presidente de la ONG en Cantabria, Luis Alonso Peñil, ha explicado que la República Democrática del Congo sufre una extrema pobreza, y quienes más la padecen son las mujeres y los niños. Por eso ha animado a colaborar asistiendo a este festival, en el que tomará parte la Coral Atardecer, de Suances; la Rondalla del Ayuntamiento de Torrelavega; la Coral Encinas de Mata, de San Felices de Buelna; la Coral de Torrelavega; la Escuela de Danza de Mercedes Seco, de Los Corrales de Buelna; y el grupo musical Ratones y Zapata, de Torrelavega.
Peñil, que ha presentado los detalles del evento junto a la concejal de Cultura, Berta Pacheco, y la responsable de Manos Unidas en Torrelavega, Teresa Petisco, ha agradecido al Ayuntamiento la cesión del Concha Espina para este benéfico que cumple este año su décima edición. «Siempre nos ha acogido muy bien la ciudad de Torrelavega, que destaca por su gran solidaridad», ha asegurado el presidente de la ONG.
Manos Unidas ha desarrollado unos 240 proyectos en África, 40 de ellos en el Congo, un país importante pero asolado por la guerra, que ha dejado en la miseria a muchas personas que antes del conflicto vivían de la explotación de las minas de cobre que hay en la zona y que han tenido que volver a la selva para poder sobrevivir. Una situación que, como suele ser habitual, tiene como especiales víctimas a mujeres y niños, hacia los que Manos Unidos centra este nuevo proyecto en Lubumbashi para ayudar a las madres que tienen que criar a sus hijos solas y que podrán dejarlos atendidos mientras trabajan.
