El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha presidido hoy la puesta en servicio del nuevo nudo de Torrelavega, que garantiza la fluidez y seguridad de los más de 54.000 vehículos que circulan al día en este punto entre las autovías A-67 y A-8 y donde el Ministerio ha invertido más de 160 millones de euros para mejorar este enlace de la Red de Carreteras del Estado en Cantabria.
“Es uno de los nudos de autovía más complejos que se han ejecutado en España en este siglo”, ha asegurado el ministro para justificar que las obras se hayan prolongado durante siete años. Un retraso que también ha explicado en el hecho de que la obra se proyectó sin tener los terrenos necesarios, con lo que el proceso de expropiaciones requirió varios años antes de empezar los trabajos.
La solución engloba el nuevo ramal que continúa la A-67 entre Sierrapando y Barreda independizándola de la A-8 y la remodelación del enlace de Sierrapando, Barreda y Torrelavega. Lo que ha implicado 30 nuevas estructuras y 16 ampliadas; un falso túnel cubierto con más de 200 piscinas olímpicas de material; y multitud de servicios afectados. Todo ello para mejorar la seguridad, comodidad y capacidad de servicio viario en el punto de mayor tráfico de la red viaria en Cantabria.
“Son 2,5 km de autovía entre Sierrapando y Barreda que continúan la A-67 sin tener que entrar en la A-8 a la altura de Torrelavega, como se tenía que hacer hasta ahora”, ha señalado el ministro.
Se trata, según Óscar Puente, “de una de las actuaciones más emblemáticas del conjunto de acciones transformadoras que llevamos realizando en esta tierra desde que gobernamos. Hoy podemos disfrutar, al fin, de ver culminada una de las grandes demandas durante décadas. La moderna y eficaz unión de las autovías que surcan Cantabria de este a oeste y de norte a sur en la que hemos convertido al nudo de Torrelavega”.
En el acto de inauguración han intervenido junto al ministro la presidenta de Cantabria, María José Saenz de Buruaga; y el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada; y han asistido también la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego; el consejero de Fomento, Roberto Media; y regidores de la comarca del Besaya.
Durante su intervención, el responsable de Transportes ha incidido en la cantidad de actuaciones que el Ministerio está ejecutando para mejorar las carreteras del Estado en Cantabria.
Entre ellas, ha destacado respecto a la A-67 desde el nudo de Torrelavega “nos ocupa llegar con este tercer carril hasta el aeropuerto. En junio remitimos el expediente de información pública del proyecto a evaluación ambiental para recabar la DIA con la que poder finalizar su redacción”. En alusión al tercer carril de la A-67 desde el enlace de Barreda al de Igollo, donde conecta con la S-20 para acceder a Santander.
Una intervención en 13 km de cerca de 173 millones de euros, que también incluye remodelar los enlaces de Polanco, Oruña, Boo, Mompía e Igollo; los accesos al área de servicio en Gornazo y pantallas acústicas. “Una actuación donde se ha empleado de forma pionera la metodología BIM (Building Information Modeling), que permitirá ganar eficacia en el uso de recursos públicos”, ha destacado Puente.
En lo que se refiere al modo ferroviario, el ministro ha señalado la apuesta de Transportes por su desarrollo en Cantabria “duplicando la media de ejecución anterior”, donde “tenemos movilizado el 94% del plan de Cercanías. Más de 1.500 millones en actuaciones ya ejecutadas o en ejecución, licitación o redacción”.
En concreto, en actuaciones como la puesta en servicio el pasado año del nuevo apeadero de Nueva Montaña en la línea Santander-Reinosa de ancho ibérico. O, al iniciar este año, la licitación en esta misma línea, de la renovación integral de vía entre Mataporquera y Torrelavega y la reducción del tiempo de viaje en la de Santander-Cabezón de la Sal (ancho métrico), al introducir trenes semidirectos.
También ha adelantado que “en esta segunda mitad de año alcanzaremos hitos muy relevantes, con la finalización de actuaciones muy esperadas como la duplicación de vía entre Muriedas y Santander (ancho ibérico) o el desvío provisional de Torrelavega (ancho métrico)”.
A lo que ha sumado la licitación de la integración de Torrelavega; la renovación integral de la línea Santander-Cabezón de la Sal; el edificio de oficinas y la reordenación de la estación de Santander o el baipás de líneas Santander-Oviedo y Santander-Bilbao para el tráfico de mercancías.
Todas ellas, según el ministro, “suponen mejorar la red de ancho métrico, reducir el tiempo de viaje actual y hacer más infalible el servicio que podemos prestar ahora”.
La presidenta de Cantabria ha destacado la importancia del nuevo nudo viario para la vertebración de la Comunidad Autónoma y ha agradecido al Ministerio de Transportes que se haya eliminado uno de los “mayores puntos negros” de la red viaria regional y la “tortura diaria de los atascos para más de 55.000 usuarios. María José Saenz de Buruaga ha instado al ministro a cumplir los acuerdos comprometidos con la región “porque los cántabros lo merecen”. Además ha reivindicado que fue un ministro del PP, Íñigo Gómez de la Serna, el que proyecto esta obra.
Por su parte, el alcalde de Torrelavega ha dicho que esta obra “es el resultado de siete años de sacrificio, de paciencia y de compromiso por parte de esta ciudad”, porque Torrelavega “ha soportado los inconvenientes de una gran obra en su entorno en beneficio, no solo de sus vecinos, sino de toda Cantabria y de las infraestrucuras del norte de España”. López Estrada ha subrayado que esta nueva carretera “no solo mejora la movilidad de quienes vivimos aquí”, sino que “refuerza la vertebración y el desarrollo de toda la cornisa cantábrica”.
La autovía A-67, Cantabria-la Meseta, se cruza con la autovía A-8, del Cantábrico, en las proximidades de Torrelavega. Sin embargo, este nudo no era completo, ya que la A-67 no presentaba un trazado continuo y compartía más de un kilómetro de su trazado con la A-8.
Así, el objeto principal de la actuación que se pone en servicio ha sido dar continuidad a la autovía A-67, generando un nuevo trazado denominado ramal de continuidad, reconfigurar los enlaces de Sierrapando y Torrelavega y un nuevo enlace en Barreda.
El presupuesto de las obras asciende a 140,98 millones de euros, lo que sumado al presupuesto de redacción del proyecto y otras asistencias técnicas vinculadas a las obras y al coste estimado de las expropiaciones, arroja una inversión total realizada de 160,6 millones de euros.
Características técnicas
Las obras se desarrollan en Torrelavega, Sierrapando y Barreda y comprenden las siguientes grandes actuaciones:
• Remodelación del enlace de Torrelavega: Esta actuación ha ampliado la sección transversal de la autovía A-67 en la entrada a Torrelavega dotándola de dos carriles más. Con esta actuación se consigue aumentar la capacidad de la calzada de la autovía A-67 procedente de Santander y de entrada a Torrelavega, consiguiendo que la posible congestión de entrada al viario urbano de Torrelavega afecte, en menor medida, al tráfico, que en general es de largo recorrido, en dirección a la autovía A-8.
• Remodelación del enlace de Sierrapando: El enlace de Sierrapando sirve de conexión entre la autovía A-67 “Cantabria – Meseta” y la autovía A-8 “Autovía del Cantábrico”, en un entorno urbano dando también acceso a la ciudad de Torrelavega.
Se trataba de un enlace tipo trompa en el que la autovía A-67 finalizaba para continuar por el trazado de la autovía A-8. Para dar continuidad a la autovía A-67 hacia Santander, ha sido necesario modificar dicho enlace transformándolo en un enlace tipo trébol modificado con vías colectoras. La mayor complejidad de esta actuación era la remodelación del enlace manteniendo el tráfico, esto ha exigido la secuencia de numerosas fases constructivas. Se han ejecutado siete viaductos con cimbra, además del viaducto sobre el nuevo ramal de continuidad.
• Ramal de continuidad: Es un tramo de autovía de nuevo trazado que permite conectar el enlace de Sierrapando con el tramo de A-67 Torrelavega – Santander, dando continuidad al trazado de la autovía y evitando que el tráfico se tenga que desviar hacia la autovía A-8 a través de los enlaces de Torrelavega y Sierrapando anteriormente descritos.
El nuevo trazado, de unos 2,5 km de longitud, parte del enlace de Sierrapando y cruza bajo las estructuras actuales de las calzadas de la autovía discurre por el valle del río Cabo entre las zonas rústicas de La Hilera y Las Rozas, dejando al oeste el cerro de San Bartolomé, siguiendo aproximadamente la frontera entre los municipios de Torrelavega y Polanco y el recorrido de la carretera autonómica CA-330 y el trazado de la línea de ferrocarril Sierrapando – Solvay. Debido a la orografía de la zona, se han ejecutado un viaducto de aproximadamente 270 m de longitud y un túnel artificial, túnel de Las Rozas, de 422 m de longitud.
• Nuevo enlace de Barreda: Para poder conectar el ramal de continuidad con la autovía A-67 entre Santander y Torrelavega ha sido necesaria la construcción de un nuevo enlace en Barreda. En él las calzadas se cruzan de forma desviada. Para ello, se ha construido una estructura con un tablero de losa de hormigón armado postesada de diez vanos y una longitud de 210 metros, en donde los apoyos de cuatro vanos centrales se materializan mediante pórticos que permiten el paso de la calzada inferior.
• Tercer carril Barreda – Polanco: Además, se prolongan los tres carriles por calzada hasta el enlace de Polanco.