La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Cantabria ha celebrado la apertura de la nueva unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Hospital Sierrallana de Torrelavega, una demanda histórica en el Área de Salud IV y un paso importante para reforzar la atención a la salud mental en Cantabria. Sin embargo, CCOO ha lamentado que esta buena noticia está empañada por la falta de planificación y recursos humanos con la que se ha puesto en marcha
El sindicato denuncia que profesionales que forman parte del equipo solo desarrollarán su labor en esta unidad durante media jornada, compatibilizando el resto de su horario en otros puestos y en otras ubicaciones. Para CCOO, esta decisión es inaceptable porque no es de recibo que se creen unidades sin una dotación suficiente y estable de personal, máxime cuando se pretende reforzar el compromiso con la salud mental.
“En un contexto social en el que la salud mental se ha convertido en una prioridad, es incomprensible que los responsables de la sanidad en Cantabria no hayan previsto una plantilla suficiente y completa que permita ofrecer un servicio integral y de calidad desde el primer día”, ha señalado María José Barrio, secretaria de Acción Sindical de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Cantabria.
A su juicio, esto es una muestra más del deterioro asistencial que hay en Sierrallana, alimentado por una gestión que califica de deficiente e ineficaz de los recursos, por la falta de transparencia y la enorme inseguridad jurídica que existe entre los y las profesionales que, con tantos contras, ven cómo todo ello repercute en la calidad de la asistencia sanitaria que se presta desde el Hospital Sierrallana.
Por ello, el sindicato ha solicitado un aumento de plantilla en varias categorías, como un segundo técnico de Rayos por la noche o un auxiliar administrativo, ha pedido información clara sobre la situación del personal técnico de documentación sanitaria, y ha alertado sobre una posible externalización del servicio y, del mismo modo, ha exigido una mayor eficiencia y transparencia en la gestión del presupuesto asignado a esta gerencia y desagregado por área sanitaria.
“Llevamos años con plantillas congeladas, sobrecarga asistencial y contratos temporales que se utilizan para cubrir necesidades permanentes. En Cantabria, dicen, en Enfermería la ratio enfermera/o-paciente es “pésima”, rozando, por ejemplo en hospitalización, los 17-20 pacientes por profesional, muy por encima de la media europea, que se sitúa alrededor de 8-9 pacientes por profesional”, ha apuntado Barrio, que ha añadido que “con la excusa de las listas de espera hay facultativos obligados a realizar jornadas interminables, se nos impide la participación en la mejora del sistema, ni de forma directa ni a través de las dos juntas de personal, y tampoco se recompensa bien los puestos de difícil cobertura”.
Para la federación, esta falta de previsión responde a una gestión que prioriza criterios de ahorro a corto plazo frente a una planificación sanitaria sostenible y centrada en las personas, tanto profesionales como pacientes. En este punto, la federación ha criticado que la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga presuma del dinero que hay en el bolsillo de los y las ciudadanas de Cantabria y ha advertido que ese ‘supuesto montante’ lo van a tener que invertir en sanidad privada ante la falta de inversión en la sanidad pública y el cambio de modelo que se está promoviendo.
“A todo esto se suman unas infraestructuras obsoletas que afectan tanto a pacientes como a profesionales. El hospital presenta deficiencias que van desde ventanas en mal estado y falta de ventilación en urgencias hasta baños minúsculos y poco accesibles en las plantas de hospitalización. Estas carencias dificultan el trabajo diario, incrementan la carga física y mental del personal y limitan la autonomía de muchos pacientes. Urge un plan de modernización que garantice espacios de trabajo y atención acordes con las necesidades actuales”, ha dicho Barrio, para quien “todo esto convierte a las personas del área de Sierrallana en pacientes de segunda categoría”.
Además, el sindicato ha advertido que la falta de recursos también afecta al Hospital Tres Mares, en la comarca de Campoo, que comparte dirección y gestión con Sierrallana. “Lo que debería ser una coordinación efectiva entre ambos centros se está convirtiendo en un proceso de debilitamiento progresivo del hospital campurriano, con pérdida de camas, de personal y de servicios esenciales”, ha recalcado la sindicalista.
