Este jueves se ha celebrado la XVII edición de Torrelavega Solidaria, una iniciativa promovida por las entidades sociales Amica, AMAT Torrelavega, la Fundación Amigó, Cáritas y Coorcopar, y la SER Torrelavega.
En el pabellón María Pardo, escolares de los colegios Mayer y El Salvador han participado en diferentes actividades, han puesto su nombre en palomas de la paz y después han salido al exterior para plantar un árbol y enterrar una cápsula con parte de esos mensajes. Ese nuevo ‘Bosque de la Solidaridad’ sustituye al original, que se encontraba junto a las pistas de La Lechera y que se ha visto afectado por las obras de la vía auxiliar del soterramiento.
Además, antes de plantar el árbol, se ha dado lectura a un manifiesto elaborado por todas las entidades organizadoras.
XVII Edición de Torrelavega Solidaria Manifiesto
‘SEMILLAS DE EMPATÍA Y COMPROMISO’
Como cada año, Torrelavega se convierte en el epicentro de la solidaridad y el compromiso social. Las entidades sociales AMAT, Amica, Cáritas, Coorcopar, Cruz Roja, SOAM – Casa de los Muchachos de la Fundación Amigó, junto a la Cadena SER y el Ayuntamiento de Torrelavega, celebramos el Día de Torrelavega Solidaria, una jornada en la que recordamos el servicio que, desde hace más de 40 años, préstamos a las personas de nuestra ciudad.
Hoy nos reunimos de nuevo para mirar juntos al mundo y para sembrar algo que nunca debe faltar entre nosotros: empatía y compromiso. Quiero que pensemos juntos en algo muy sencillo:
¿Cómo te sentirías si vivieras en un país o región donde hay una guerra? Si escucharas ruidos fuertes por la noche, si tuvieras miedo al salir a la calle, si no supieras si tu familia está bien…
¿Cómo te sentirías si pasaras hambre, si no pudieras ir al colegio, si no pudieras ir al médico cuando lo necesitas,o si te sintieras en riesgo cada día?
Eso les ocurre hoy a niños y niñas de lugares como Gaza, Sudán, Ucrania, Siria, Yemen, Haití, Afganistán, la República Democrática del Congo, y otros países que quizás no salen en las noticias, pero donde también hay sufrimiento, pobreza o desastres naturales.
Y te pregunto otra cosa: Si mañana, por unas inundaciones, un fuego o un terremoto, perdieras todo lo que tienes… ¿Cómo te gustaría que te ayudarán?
Muchas personas, niños, jóvenes, adultos y personas mayores, tienen que dejar su hogar para estar a salvo, para poder comer, para tener una escuela, para vivir sin miedo.
Si te pasara eso, ¿cómo te gustaría que te recibieron cuando llegases a un lugar nuevo?
¿Estamos ofreciendo nosotros lo que nos gustaría recibir? ¿Les damos la oportunidad de estudiar, de trabajar, de tener un hogar? ¿Les tratamos con respeto, con cercanía, con humanidad?
Podemos mejorar. Y debemos hacerlo.
Cuando nos juntamos con niños y niñas a reflexionar sobre estas situaciones, nos enseñan algo muy valioso: cómo debería ser el mundo en el que queremos vivir.
Un mundo donde todas las personas tengan un lugar seguro, donde haya igualdad, donde nadie pase hambre, donde la paz sea más fuerte que el odio.
Por todo esto, hoy hablamos de SEMILLAS DE EMPATÍA Y COMPROMISO.
Cada gesto que hacemos, una palabra amable, una ayuda, una mano tendida, una decisión justa, es una semilla que podemos plantar para que crezca un mundo mejor.
Y estas semillas no solo las plantan los niños y niñas. Las plantamos todos: las administraciones públicas, las entidades sociales, los centros educativos, las empresas, y cada ciudadano y ciudadana, desde la infancia hasta la vejez.
Hoy os invitamos a cultivar una semilla, como símbolo de nuestro deseo común: que la paz y el respeto crezcan tan fuertes como los árboles de nuestro bosque solidario.
Que cada día cuidemos esta semilla. Que cada día la hagamos un poco más grande. Que cada día seamos parte de un mundo más justo, más amable y más solidario.
Gracias por formar parte de este bosque de paz.
