La delegación cántabra de la asociación de ex escoltas «Las sombras olvidadas de Euskadi» presenta este sábado día 7 el libro «Una pistola y 25 balas», cuyo autor es Cesar Charro Rodríguez. El acto tendrá lugar en el Salón de Actos de la Cámara de Comercio de Torrelavega, a las 12.00 horas.
«Una pistola y 25 balas» relata, casi en primera persona, la experiencia de los escoltas destinados a la protección de cargos públicos, periodistas o empresarios en el País Vasco durante los años más duros del terrorismo de la banda ETA. Por eso, durante la presentación se proyectará un video sobre las víctimas del terrorismo.
«Las sombras olvidadas» es una plataforma de escoltas, muchos de ellos de Cantabria, que desempeñaban su labor en Euskadi y Navarra. Estos profesionales explican que el 8 de enero de 2011, «una buena noticia como el alto al fuego de ETA se convirtió en su peor pesadilla», ya que las empresas que les contrataron les echaron a la calle con promesas de recolocación estatales que no se han cumplido y que han dado lugar a «situaciones dramáticas» dentro del colectivo. Según sus datos, en Cantabria, unos 200 ex escoltas se encuentran en esta situación.
El libro de Cesar Charro recoge testimonios directos de las víctimas de este proceso, contextualizado en el País Vasco. Asimismo, la plataforma ha informado del inicio de contactos con los diferentes grupos parlamentarios para explicar su problemática y buscar alternativas a la recolocación de los escoltas que, ahora se encuentran en la calle y, cuya preparación técnica y profesional es altamente cualificada.
Por otro lado, coincidiendo la presentación del libro con la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer, la plataforma dará a conocer la campaña de recogida de firmas, a nivel nacional, para reivindicar la protección a las víctimas de la violencia de género.
Según sus cálculos, desde el año 2004 han muerto 720 mujeres y 52 niños por esta causa en España. Tras obtener el respaldo y colectivos de mujeres como Clara Campoamor, los escoltas se autoproponen como solución de acompañamiento a las víctimas.
«Al igual que en su día fuimos la respuesta y solución al terrorismo de ETA, posibilitando que los cargos públicos en Euskadi pudieran seguir haciendo sus vidas, ahora también podemos ser la respuesta y solución ante esta nueva lacra», defiende la plataforma