Torrelavega

Torrelavega recupera el espíritu de la Casa de la Música con un espacio de ensayo para los colectivos artísticos junto al campus

Torrelavega quiere recuperar el espíritu que animó la creación de la Casa de la Música hace casi cuatro décadas, pero aprendiendo de los errores y adaptando el concepto al panorama artístico actual. El proyecto "Locales de Ensayo. Observatorio Cultural" ofrecerá a los colectivos musicales, teatrales y de otras disciplinas artísticas espacios para -como su nombre indica- ensayar, pero también para ofrecer actuaciones al público.

Estará ubicado junto al campus universitario y tendrá una estética entre industrial y ecológica, porque recicla materiales y convierte contenedores de transporte marítimo en locales de ensayo, espacios multiusos y dotaciones accesorias. Los contenedores delimitan una plaza interior para actuaciones, y se rodean de zona verde y un huerto urbano.

Este espacio, que se define como "modulable, insonorizado, accesible, sostenible, creativo, reciclado e innovador", tiene un presupuesto de unos 180.000 euros, y se ha desarrollado junto al Observatorio Cultural, un órgano creado esta legislatura, dirigido por la Concejalía de Cultura y en el que están representados tanto partidos políticos como creadores y colectivos artísticos. El objetivo es que el proyecto se puede licitar y ejecutar este año, de forma que entre en funcionamiento en 2017.

El Observatorio Cultural también será el encargado de elaborar, de forma paralela a la tramitación y ejecución del proyecto, una Ordenanza que regule la gestión de estos espacios, con un modelo "autosostenible". Una gestión que prevé que haya colectivos que tengan sede estable en ese espacio y otros que lo utilicen de forma puntual, estableciendo "una pequeña tasa" por el uso de los locales que sirva para mantener la infraestructura, a la que el Ayuntamiento aportará un servicio de conserjes o un sistema de acceso.

"Con el desarrollo de este proyecto se va a crear en la ciudad un espacio vivo" para todo tipo de actividades musicales y culturales, destacaba el alcalde, José Manuel Cruz Viadero, en la presentación del proyecto. La música, ha insistido, tendrá "parte importante", pero también "tendrán cabida otras iniciativas culturales". Del mismo modo, acogerá actuaciones de artistas y creadores torrelaveguenses, pero también de grupos foráneos.

El primer teniente de alcalde, Javier López Estrada, también lo ha definido como un espacio cultural "ágil y abierto" que se sumará a otras infraestructuras de la ciudad, como el Concha Espina, el CNFoto o la Mauro Muriedas. Como ha recordado, Torrelavega puso en marcha en los años 80 la Casa de la Música, una iniciativa "pionera" a nivel nacional que favoreció el surgimiento de un intenso movimiento musical y que acabó desapareciendo por "diversas razones".

Desde entonces había quedado "un hueco", que se quiere cubrir con estos locales de ensayo. El tiempo transcurrido también permitirá, ha dicho López Estrada, aprender de los errores que acabaron con la Casa de la Música y conseguir una "gestión óptima".

Respecto a la ubicación, desde el equipo de Gobierno destacan las facilidades de "movilidad" y aparcamiento que le otorga su situación junto al Bulevar Ronda, y –aunque los contenedores están insonorizados- su distancia de viviendas. Tampoco se puede obviar que su situación junto al campus universitario parece encajar en un proyecto dirigido a todas las edades pero en el que, sin duda, los jóvenes se perfilan como sus primeros destinatarios.

En concreto, se habilitarán 5 locales de ensayo (135 metros cuadrados cada uno), un espacio multiusos (45 metros cuadrados), un almacén (23.50 metros cuadrados), aseos, y una plaza interior y zona de conciertos de 176 metros cuadrados. Además, habrá una zona verde y un huerto urbano.

Con este proyecto se desestima la idea que se barajó durante algún tiempo de habilitar locales de ensayo en la zona situada bajo las gradas de la Bolera Municipal Severino Prieto, por los problemas para hacer compatible ese uso con la actividad bolística y por los altos costes de insonorización.