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La batalla por la negociacion colectiva

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UGTCecilia03

Uno de los objetivos contemplados por el Gobierno del PP a través de la aplicación de la Reforma Laboral ha sido, y aún es, debilitar a los sindicatos y para ello escogió socavar el principal ámbito de su actuación: la negociación colectiva. Descuelgues de convenios, fomento de los acuerdos de empresa frente a los de carácter sectorial (habitualmente más ventajosos para los trabajadores) o la limitación a un año de las cláusulas de ultraactividad, han constituido la punta de lanza de un más que evidente intento de poner en tela de juicio la capacidad de los sindicatos para fijar condiciones laborales a través de pactos.

Frente a esta determinación la UGT ha venido desarrollando un plan estratégico para contrarrestar los efectos indeseados que las políticas del PP han ocasionado en el ámbito de las relaciones laborales y salvaguardar el conjunto de derechos adquiridos por los trabajadores y trabajadoras tras años de arduos esfuerzos en las mesas de negociación con los empresarios.

Iniciativas concretas como la "Guía Sindical para la reforma laboral" de julio de 2012, el "Manual de recomendaciones para la negociación colectiva en materia de ultraactividad" de septiembre de 2013, junto a las indicaciones que se han venido efectuando en aquellos otros aspectos que no han sido modificados por la Reforma, han servido para contrarrestar el impacto alcanzado en los primeros dos años de su aplicación y vislumbrar, en estos momentos, una incipiente recuperación en el número de compañeros y compañeras que se hayan protegidos por un convenio.

En la batalla por la negociación colectiva y para sortear el marco legal inaugurado por la Reforma las organizaciones sindicales cuentan, además, con el cimiento jurídico en el que se asienta su capacidad negociadora: la autonomía de las partes para llegar a acuerdos por encima de la habilitación de la ley, tal y como ha reconocido recientemente el Tribunal Supremo por unanimidad de los jueces en la Sala de lo Social.
La sentencia, emitida el 20 de diciembre pasado, ha dictaminado que las condiciones pactadas en el contrato de trabajo desde el momento mismo de su constitución siguen siendo exigibles entre empresa y trabajador, aunque haya expirado la vigencia del convenio colectivo de referencia y con independencia de en que situación se encuentre el proceso negociador del nuevo convenio. Lo que ha constituido una victoria no solo para los sindicalistas que emprendieron la acción judicial sino para el conjunto de la representación sindical en todo el país.

Para la UGT este dictamen señala con claridad la prevalencia del convenio colectivo frente a la limitación legal establecida por la reforma laboral del PP y en ella encontramos un nuevo instrumento en nuestra lucha. Es un paso más en la defensa de lo colectivo. La negociación es un logro de la acción de los trabajadores y trabajadoras que debemos defender y en ello estamos pero, también, es el principal instrumento para la mejora de las condiciones laborales al que las organizaciones sindicales dotamos de objetivos cada año.

Cara al 2015 la Unión General de Trabajadores ha planteado los suyos en un documento que fue aprobado en el transcurso del tercer Comité Confederal que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de noviembre y en el que, además, quedaron contempladas las estrategias y espacios en los que pretendemos su implementación.

Así, la UGT centrará sus esfuerzos en fortalecer la acción sindical en las empresas prestando una especial atención a la que desarrollará en las más pequeñas; en alcanzar acuerdos en los escenarios de Diálogo Social abiertos que fomenten el empleo de calidad y con derechos y en los que se apoyen criterios en materia salarial que contribuyan a la recuperación de la economía; en reforzar los convenios sectoriales de manera que ninguna persona trabajadora o grupo de trabajadores quede sin amparo o en impulsar, entre otras cuestiones, la protección de la salud laboral.

Éste es nuestro compromiso.