El envejecimiento activo es muy necesario

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CCOOGuillermo

En unos momentos de crisis económica como la que estamos viviendo, el envejecimiento activo es más necesario que nunca, para ello en CCOO seguimos defendiendo la importancia del papel del Estado como regulador, supervisor, agente económico y proveedor de servicios sociales y de protección social, frente a los que pretenden reducir su papel a la mínima expresión y de aquellos que reclaman, aunque sea parcialmente, más mercado.

Pero tenemos muchas dificultades pues el INE establece el umbral de pobreza en 646€/mes. Partiendo de ahí, todas las personas cuyos únicos ingresos sean los provenientes de una prestación económica no contributiva (subsidio por desempleo, renta activa de inserción, pensión no contributiva o renta mínima de inserción), se sitúan por debajo del umbral de pobreza relativa, si este hecho se produce en hogares con más de un miembro estamos hablando de situaciones de pobreza severa, entre las que se encuentran muchos pensionistas y jubilados.

Pero las políticas destinadas a la vejez en España siguen mostrando un importante déficit con respecto a la media europea, a pesar de haber registrado un relativo aumento a lo largo de los últimos años. En 2012, el gasto en España a este tipo de políticas representa el 8,4 por ciento del PIB, frente al 11 por ciento que se registra en el conjunto de los países de la Unión Europea de los 27.

Las políticas denominadas "de austeridad" puestas en marcha en la actualidad están socavando este débil desarrollo del Estado de Bienestar, a la vez que están teniendo una fuerte incidencia en las condiciones de vida de la población de más edad.

Como consecuencia, los recortes en sanidad, pensiones o dependencia se están traduciendo en una significativa reducción de los recursos materiales disponibles para la población mayor, a la vez que suponen un importante obstáculo en el acceso a sus derechos, limitando de esta forma la igualdad y participación democrática en el ejercicio de los mismos.

Pero no debemos de olvidar que las políticas de bienestar social, aunque benefician al conjunto de la población, afectan de manera muy especial a las mujeres en una triple condición: como usuarias de los derechos sociales, como principales cuidadoras familiares y como trabajadoras.

Las mujeres, aunque tienen mayor esperanza de vida, tienen peores condiciones de salud, mayores tasas de discapacidad y de dependencia, mayores riesgos de pobreza y exclusión social, menores pensiones contributivas (reflejo de la discriminación salarial y de la precariedad en el empleo) y mayor presencia en las no contributivas y asistenciales.

También queremos resaltar que las mujeres son mayoritariamente en porcentajes que superan el 80% las cuidadoras familiares de los niños no escolarizados, de los enfermos, de las personas con discapacidad y de las personas dependientes. Por la necesidad de ejercer esas funciones cuidadoras, se ven imposibilitadas o limitadas para completar su cualificación, su inserción laboral, sus relaciones sociales y su participación en el ocio y la vida cultural.

La consolidación y mejora del Estado de Bienestar Social sin duda supondrá mejores condiciones de vida y también más oportunidades de empleo, mientras que un estancamiento o reducción de las políticas sociales tendría efectos especialmente negativos en las mujeres de nuestro país.

Tenemos que seguir con propuestas para mejorar el empleo, los salarios y las prestaciones sociales para erradicar la pobreza, esto se conseguiría con una política fiscal progresiva que generase recursos suficientes, en línea con la alternativa efectuada desde hace varios años por CCOO, que permita financiar un potente Estado de Bienestar Social.

Desde CCOO entendemos que tenemos que apostar por unas políticas de izquierdas para que todo esto se pueda llevar a efecto.