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Economía

El comité de Sniace cree que los afiliados de USO se adherirán al plan laboral porque “ellos también quieren trabajar”

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El comité de Sniace cree que, más allá de la "inexplicable" postura que mantienen los dirigentes del sindicato, los afiliados de USO firmarán su adhesión al plan laboral, porque "ellos también quieren volver a trabajar o poder jubilarse", y tras la reunión con los administradores concursales ha quedado claro que el respaldo "unánime" de la plantilla al acuerdo con la empresa es fundamental para la reapertura de la fábrica.

"El que no firme tiene que ser consciente de que puede poner en riesgo al resto", ha subrayado el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, durante la asamblea celebrada hoy en la fábrica para explicar a los trabajadores lo tratado en la reunión con los administradores, celebrada ayer en Madrid.

En esa reunión quedó patente que la negativa de USO a firmar el acuerdo laboral con la empresa, suscrito por UGT, SU y CCOO, puede tener repercusiones tanto en el informe que los administradores concursales presentarán a la Junta de Acreedores, como en el proceso abierto en la Audiencia Nacional para revertir los despidos.

Sin embargo, el comité valora que la práctica totalidad (el 95%) de los 60 afiliados de USO que acudieron a la asamblea celebrada por este sindicato, respaldaron el acuerdo laboral y sólo una parte de ellos se mostró en desacuerdo con otras cuestiones extralaborales, a su juicio confundidos por las "falsedades y triquiñuelas" que se les explicaron y que posteriormente han quedado "desmentidas".

Por tanto, entienden que, salvo casos puntuales, la mayoría de los trabajadores firmarán su adhesión al acuerdo laboral, algo que no afecta ni supone la renuncia en este momento a las demandas individuales contra los despidos pendientes en los tribunales.

Unas demandas, se ha insistido en la asamblea, que decaerán automáticamente si se revierte el despido y la plantilla vuelve a la fábrica, y que en caso contrario, si la reapertura no prospera, seguirán en manos de los trabajadores para intentar conseguir en los tribunales una mejora en sus indemnizaciones.

Los documentos de adhesión están divididos en los cuatro colectivos de trabajadores: jubilables, reincorporables, relevistas y los que voluntariamente han decidido no entrar en la póliza de jubilaciones y cobrar su indemnización. Para resolver las dudas que la plantilla pueda tener, se celebrará una asamblea con la asistencia de un abogado, para analizar las distintas situaciones.

Los representantes sindicales han detallado otros aspectos abordados durante la hora y media de reunión con los administradores, como la posible fecha de finales de febrero para la celebración de la Junta de Acreedores, que será la que tenga la decisión final sobre el futuro de Sniace y su plantilla.

En la reunión, los concursales aclararon que el Plan de Viabilidad, del que conocen un borrador, se presentará una vez convocada la Junta, al igual que el "inversor" con el que cuenta la empresa para reanudar la actividad. A este respecto, añadieron que del mismo modo Sniace no puede hacer una "ampliación de capital" mientras no vuelva a cotizar en bolsa, algo nuevamente sujeto a lo que ocurra con la Junta de Acreedores.

El comité ha valorado el encuentro con los administradores como "muy clarificador", valorando positivamente la disposición de éstos a aclarar todas las cuestiones del proceso que resta por delante y su voluntad para que la solución sea favorable.

Por otra parte, aunque el presidente de Sniace no asistió a la reunión (la empresa estuvo representada por el asesor legal Alberto Novoa), el comité mantuvo un 'encuentro de pasillo' con Blas Mezquita, en el que hubo oportunidad de tratar la situación de aquellos trabajadores que agotarán el desempleo antes de que se reanude la actividad. Aunque inicialmente Mezquita había planteado la reapertura en enero, el retraso en el proceso la demorará varios meses.

El presidente de Sniace ha tranquilizado a los trabajadores, asegurando que la empresa cubrirá con las ayudas sociales pactadas en el acuerdo laboral el periodo entre el fin de las prestaciones y la resolución de la situación laboral (jubilación o reincorporación). Unas ayudas que serán pagadas, con efecto retroactivo, cuando entre en vigor el acuerdo, ofreciendo además a los prejubilados por contrato relevo que agoten el desempleo la posibilidad de reincorporarse a la fábrica como medida provisional.