Economía

Diego: El cierre de Viscocel no es por motivos económicos ni impositivos, es un problema medioambiental

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"El comité de Sniace y yo coincidimos en que las razones que han llevado al cierre de Viscocel no son económicas, no tienen que ver con el céntimo verde, ni con impuestos, ni con el canon, tiene que ver con un problema ambiental que tiene la empresa". El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha anunciado que el Gobierno regional va a encargar un estudio que determine si elevando la altura de la chimenea que emite sulfuro de carbono puede reducir los parámetros de las inmisiones de Sniace, que son, ha dicho, el problema que ha llevado a la presentación de un ERE con 364 despidos.

Diego, se ha reunido hoy, por separado, con el presidente de Sniace, Blas Mezquita, y con los cinco representantes del comité. El encuentro con la dirección de la empresa se celebraba a primerísima hora de la mañana y duraba en torno a 60 minutos. A última hora de la mañana, se reunía con los delegados de los cinco sindicatos con representación en la fábrica (UGT, USO, SUC, CCOO y un independiente).

La principal preocupación "que tenemos" es que el problema "sigue vivo" y ahora el tiempo para resolverlo "es escaso, muy corto", pero como "el espíritu de los trabajadores y del Gobierno, lo único que nos mueve, es que no haya despidos".
En el resumen de las dos reuniones sobre Sniace, Ignacio Diego ha dejado algunas conclusiones: el problema de la fábrica es ambiental; el Gobierno regional "tiene la conciencia muy, muy tranquila" porque ha hecho "todo lo que ha podido y más"; la empresa nunca ha solicitado formalmente la ayuda del Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF); con el ERE actual el Ejecutivo cántabro "no facilitará que se le den las ayudas que se han conseguido", el único interés del Gobierno es el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Ignacio Diego ha puesto especial énfasis en la "amenaza de querella criminal que pende sobre parte de los directivos y del Consejo de Administración" de Sniace, incluso de "algunos técnicos, personal cualificado" de la empresa, por superar los parámetros del sulfuro de carbono. Una querella sobre cuyo origen el presidente sólo ha dicho que puede "asegurar que yo no he sido, pero tienen una querella criminal interpuesta en el Juzgado".

Sobre el encuentro con Blas Mezquita, el presidente regional ha afirmado que le ha planteado una pregunta, que ha mantenido durante toda la reunión: "¿Qué más puede hacer el Gobierno de lo que ha hecho hasta ahora para impedir el cierre de Viscocel?", pero Mezquita "no ha sido claro" y no ha dado una respuesta concreta, aunque durante el encuentro "se ha centrado en el parámetro de las inmisiones ambientales del sulfuro de carbono".

A este respecto, Diego ha explicado que cambiar los parámetros de inmisión "es muy complejo", aun así "se ha conseguido que se abra un comisión el Ministerio de Medio Ambiente que sirva para el estudio de las posibilidades de modificar ese parámetro". Por eso también se ha planteado la realización de un estudio, que se encargará a la Universidad de Cantabria o a una ingeniería, para analizar si la elevación de la altura de la chimenea actual serviría para cumplir los parámetros de las inmisiones de sulfuro de carbono y los costes aproximados de esa actuación.

En cuanto a las declaraciones realizadas por Mezquita, asegurando que pondrá su cargo a disposición del Consejo de Administración de Sniace que se celebrará este viernes y que si es el problema se marchará, Ignacio Diego ha dicho que "él es un parte de la solución" y ha querido "reconocer" que durante los últimos veinte años "ha hecho verdaderas maravillas para traer a la empresa hasta aquí".

Por su parte, el presidente de Sniace, Blas Mezquita, a la salida de la reunión con el presidente regional ha señalado que es "optimista" sobre el futuro de la empresa, y que todavía "hay margen" para poder "aminorar" el impacto del ERE. Su opinión es que Sniace ha sobrevivido 22 años y puede tener futuro para otros tantos.

La reunión con los representantes del comité comenzaba con una palpable tensión. Presidente y trabajadores se cruzaban en la puerta del Gobierno regional y apenas cruzaron un "¡buenos días!", que se repitió al entrar en la sala donde mantuvieron el encuentro, en el que también estuvo presente el consejero de Industria Eduardo Arasti. Durante cerca de dos horas y media, los representantes del comité planteaban la "preocupación" por el ERE y los 364 despidos, y el presidente defendía la gestión realizada por su Gobierno desde que en enero Sniace presentó el primer expediente.

Los trabajadores, ha dicho Diego, han sido los que han preguntado "en qué disposición estaría el Gobierno para ayudar". Su respuesta ha sido que el Gobierno "no es la fábrica de papel y moneda", y aunque tiene herramientas para ayudar a las empresas, como el ICAF, también hay "limitaciones" y "formatos". El presidente Mezquita, ha precisado, "en algunas de las muchas conversaciones se ha referido a ello", pero no ha presentado "una petición formal documentada".
Según ha explicado, la empresa tendría que presentar una solicitud, un estudio de viabilidad y en base a ello acreditar una serie de requerimientos, "ya sea de préstamos o de avales" para llevar adelante el proyecto. Después serán los técnicos, "no políticos", del ICAF los que analizarán "la inversión y el futuro y determinarán si se hace o no se hace". Según Diego, así se hará si Sniace va al ICAF. "El Gobierno está en disposición de ayudar a todas las empresas de Cantabria, porque para mí todas son importantes", ha afirmado.

A su juicio, los trabajadores "son los primeros en ser conscientes" de que el problema de Viscocel es "ambiental". También les ha insistido en que él tiene la conciencia "muy tranquila" porque a lo largo de estos seis meses, desde que se presentó el ERE temporal, el Gobierno cántabro ha "abordado uno a uno" los asuntos que se le plantearon, "con el visto bueno, o con el consentimiento" de los trabajadores, "resolviendo la mayoría y despejando las dudas" en el resto.

El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, a la salida de la reunión, ha dicho que le han trasladado a Diego la "preocupación" por la situación de la plantilla tras la presentación del ERE y los 364 despidos. Su petición ha sido "que se retire el ERE, y que se abran otras negociaciones". Por eso, han reclamado al Gobierno regional que se "aparquen" las diferencias pasadas y que se trabaje "a contrarreloj".

"Diego ha empleado el término de que le hemos puesto deberes, pero para evitar malentendidos, lo dejamos en que hemos pedido su colaboración" y hemos "aparcado divergencias", ha dicho Pérez Portilla, que ha preferido no hacer más valoraciones hasta la celebración de la primera reunión negociadora del ERE, celebrada en Santander, en dependencias del ORECLA.

Posteriormente, en la asamblea celebrada a las 18.30 horas en la fábrica, para informar a los trabajadores de lo tratado, Pérez Portilla ha mostrado su "sorpresa" por las declaraciones de Diego, y ha definido al presidente y a Mezquita como "dos prestidigitadores" que se acusan el uno al otro, concluyendo que los dos "quieren ver cerrada" Viscocel, y que mutuamente se pasan responsabilidades, para que "el otro sea el culpable del cierre".

Una opinión compartida en esencia por el resto de representantes del comité, que han valorado que Diego ha dado vueltas sobre las cuestiones sobre la mesa pero no ha concretado nada.

FOTOS: Reunión del Presidente Diego con el Comité de Sniace