Economía

Los trabajadores de Sniace afrontan la noche de encierro con lluvia, café y apoyos

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La situación de Sniace y el encierro de 24 horas que los trabajadores han iniciado este miércoles, ha despertado una oleada de apoyos en la comarca del Besaya. Durante toda la tarde, a la fábrica de Torrelavega se han acercado numerosas personas y colectivos que han querido estar cerca de la plantilla y de su lucha por el empleo, después de que este lunes la dirección de Sniace presentase un expediente de extinción de empleo para el 67% del personal. En una jornada donde la lluvia, compañera inseparable de las movilizaciones de Sniace, ha sido intensa y constante, también han llovido los ánimos de la ciudad a una de sus empresas emblemáticas.

Las cifras de encerrados bailan según las horas y es difícil precisar por el constante movimiento de trabajadores, familiares y amigos, que se van incorporando a la protesta, cuando "colocan a los niños", después de salir del turno de Celulosa en el caso de los que todavía están en activo, o tras pasar por casa para preparar la intendencia. También al revés, los que han pasado casi todo el día en el encierro, pero por diferentes motivos, irán a dormir a casa. Al final, se puede calcular que entre 250 y 300 personas están participando en el encierro.

Los apoyos que han recibido, de lo más variado. Desde el comunicado de respaldo hecho público por el comité de empresa de Bridgestone, hasta las visitas, pasando por el chocolate caliente con el que un grupo de jóvenes ha querido endulzar y reconfortar el encierro.

En cuanto a los trabajadores, con un ERE de 364 despidos sobre la mesa y un futuro más que incierto incluso para los que no están en la lista, el ánimo es de lucha. Buena parte de los que hoy se han encerrado, lo hicieron también hace dos décadas, así que muchas conversaciones giraban en cómo fue "aquello" y cómo se presenta "esto".

En la entrada, bajo los arcos que tantas asambleas han acogido y que este miércoles entre charcos y goteras cobijaba a los encerrados, hoy se proyectaban videos sobre la lucha de Sniace hace 20 años. Los más veteranos, recordaban e identificaban las caras, los que ya no están, los que continúan, los que ahora "están al otro lado". Los más jóvenes ponían imágenes a las historias que tantas veces han oído, pensando si en unas semanas o meses serán ellos los que protagonicen escenas similares.

Casi todos coinciden en que la situación actual es mucho más grave que la que se vivió al inicio de los 90, así que si entonces no les importó encerrarse durante 47 días en lo más duro del invierno o "recibir palos" de los antidisturbios, ahora no se lo pensarán dos veces. Aunque todos siguen esperando que aparezca una solución y se pueda revertir el ERE que este lunes presentaba la dirección de la empresa.

Al acercarse la noche, las cartas y otros juegos, han dejado libre la mesa para la cena. Fiambreras con tortillas, empanadas, bocadillos, jamón, latas, café, la tradicional bota..., todo lo necesario para llenar el estómago ante una noche larga. Y una mañana también, porque el encierro estaba previsto hasta las 14.00 horas, aunque podría finalizar un poco antes si los trabajadores mantienen su idea de desplazarse a Santander, para apoyar durante las dos reuniones previstas.

El presidente regional ha convocado a un representante de cada sindicato del comité (UGT, USO, SUC y CCOO), a las 12.30 horas, en la sede de Peña Herbosa. Previamente se reunirá con la dirección de Sniace y su máximo responsable, Blas Mezquita.

Después los que reunirán serán la empresa y el comité. Dado que unos y otros estarán mañana en Santander, la primera reunión negociadora del ERE no se celebrará en la fábrica torrelaveguense, sino en una sala del Orecla, a las 15.30 horas.

En el encuentro con Diego la postura de los representantes sindicales será reclamar "apoyo" para encontrar una solución a la situación de la empresa. Recordarán al presidente su compromiso, hace unos días, de hacer lo posible por solucionar "el drama del paro en la comarca del Besaya" y le pedirán que "empiece por Sniace".

En la reunión con Mezquita, el comité dejará claro que el único acuerdo posible pasa por la reapertura de la planta de Viscocel y el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. Los sindicatos han dejado claro que no aceptarán nada que no suponga que los 364 amenazados por despidos conservarán sus trabajos.