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Espido Freire cree que la mayoría de las novelas que “fallan” es porque no tienen “trabajo previo” ni “planificación”

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La escritora Espido Freire ha asegurado este lunes en la Biblioteca municipal Francisco Llata de Liencres que "la novela es un proyecto largo y solitario". Esta ha sido una de las primeras reflexiones que ha compartido con los alumnos y alumnas del Curso de creación literaria que desde hoy, y hasta el próximo jueves, impartirá en la localidad, en el marco de la XXXVI edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC).

 

Tras más de dos décadas de oficio, la ganadora más joven del Premio Planeta con 'Melocotones helados', se ha mostrado convencida de que "la mayoría de las novelas que fallan es porque no hay trabajo previo y se escriben por impulso, sin planificación".

Ante un auditorio heterogéneo, pero con un denominador prácticamente común, su deseo de conocer más y mejor el proceso creativo, ha dejado claro que "la realidad por sí misma no es una novela". Según ha explicado, existen una serie de "criterios" como la originalidad, la adecuación o e interés para saber si una historia va a funcionar o no. En la misma línea, ha reconocido que es difícil de cortar el vínculo emocional con las historias, pero ha recalcado que "hace falta ser sincero y honesto".

En su primera clase, que ha tenido como tema central el pasado y el presente de la novela, Espido Freire ha sido rotunda al afirmar que "no es el género rey por ser el que más vende sino por su complejidad", al tiempo que ha puesto el acento en sus "muchísimas trampas".

Como ejemplo, se ha referido a que "no hay una correlación" entre el esfuerzo y el resultado ya que, para ella, publicar puede ser un camino "totalmente distinto" a la escritura y, en ocasiones, incluso, "independiente".

Espido Freire ha comentado que "uno de los grandes problemas" de la novela es que "la historia pública" está hecha de excepciones, pero "lo normal", a su juicio, es el que éxito llegue por "otros cauces".

La escritora ha invitado a los participantes a reflexionar sobre la diferencia existente entre el cuento o poema, que tiene que ver con la "fugacidad" de un determinado momento y la novela que, por el contrario, parte de "una estructura" y de propuestas "totalmente diferentes".

Tras intercambiar impresiones sobre la propia definición de novela, Espido Freire ha aclarado que es un género que aborda todo tipo de subgéneros, cuya importancia no tiene tanto que ver con su extensión sino con su complejidad y es que puede albergar infinidad de personajes y tramas. "Cabe todo y debe caber todo", ha apostillado.

En su primera sesión, la autora ha incidido en que la novela "aspira a trascender" ya que "no tiene voluntad de ser un reportaje", si bien ha admitido que, a veces, el lector actual demanda algo que refleje la realidad y por ello, en su opinión, se prescinde de dicha trascendencia dando como resultado novelas de "corto recorrido".

Freire ha basado la voluntad de trascendencia en tres temas, en referencia al amor, la violencia y la muerte y, sus contrarios, al tiempo que ha señalado que una novela tiende a perdurar en el tiempo cuantos más planos de lectura tenga.

La autora ha hablado del plano anecdótico, centrado en el entretenimiento; del plano profesional o literario, en cómo conoce el autor su oficio y, por último, en el plano simbólico, que tiene que ver con la capacidad o voluntad de trascender.

Espido Freire ha añadido que cuando una novela genera un "impacto social" surgen imitadores, que en muchos casos serán leídos por el público que "quiere más de eso". No obstante, ha advertido de que, con el paso del tiempo, aunque sean historias bien escritas, irán desapareciendo.