El sindicato USO ha alertado hoy del peligro que corre la empresa Solvay en Cantabria, si no se ponen en marcha nuevas líneas de producción en la planta de Barreda, actualmente dedicada en exclusiva a la producción de carbonato sintético, que a nivel mundial está perdiendo mercado ante la «trona» (carbonato natural) de Turquía.
El portavoz de la sección sindical de USO en Solvay, José Vía, ha advertido que los responsables de la empresa «han empezado a admitir la posibilidad de la venta de la división de carbonato», en la que está incluida la factoría de Torrelavega, que da empleo directo a unas 436 personas, a los que se suman los trabajadores de contratas y los puestos indirectos. La compañía, ha dicho, reconoce que el mercado del carbonato «está amenazado» y apuesta como sector estratégico por las resinas sintéticas, destinadas a la producción automovilística y aeronáutica y a la industria del petróleo.
Por eso, Vía ha exigido a la dirección de Solvay «información clara y concreta» sobre el futuro del complejo industrial de Torrelavega y un plan de viabilidad que diversifique la producción para «minimizar el riesgo y garantizar el empleo». Un plan que, a juicio de USO, debe incluir un incremento de la inversión en el mantenimiento de las instalaciones, y el compromiso del Grupo Solvay de implantar nuevas líneas de producción.
Además, ha pedido al nuevo Gobierno de Cantabria, presidido por Miguel Ángel Revilla, «que no siga los pasos del ex presidente Ignacio Diego de no querer enfrentar la dura y cruda realidad del futuro industrial de Solvay-Torrelavega», y que recabe toda la información, comprometa el respaldo político y «condicione cualquier tipo de ayuda a un compromiso de futuro» de la planta.
Vía ha explicado que Solvay produce en Torrelavega unas 900.000 toneladas al año de carbonato y sus derivados, un «monocultivo» amenazada por la «trona» de Kazán -2.500.000 toneladas/año- y Beypazari -1.600.000- que conseguirán antes de 2020. Diversos estudios realizados por consultoras independientes especializadas en este mercado, advierten que en los próximos cinco años Solvay poseerá menos fábricas en Europa en el negocio del carbonato, donde el sintético supone el 75% de la producción mundial, afectando a las plantas de la compañía en Portugal, España y Egipto.
Para el portavoz sindical sindicalista, la reciente compra por Solvay de la fábrica de CYTEC en 5.000 millones de euros, la mayor inversión de su historia y la primera financiada con una ampliación de capital, «confirma que el carbonato deja de ser un sector estratégico de futuro para el grupo», lo que contribuye al peligro de «desinversiones» en Cantabria o a la posible venta de la planta de Torrelavega.
José Vía ha reclamado de Solvay «una actuación transparente y una política empresarial de respeto a principios éticos y de responsabilidad social para con sus trabajadores», así como un compromiso «con hechos» de que se va a garantizar «un nivel aceptable» de empleo en el complejo industrial de Torrelavega.
En este sentido, ha insistido en que el «único camino» es diseñar un Plan de viabilidad para el futuro del complejo industrial que suponga el incremento de las inversiones en la mejora de instalaciones y en hacer más competitiva la producción y la calidad del carbonato y del bicarbonato en Torrelavega, además de implantar nuevas líneas de producción, aspecto que considera «clave» para salvar la planta.