Como en una película de espías de serie B, o incluso C, la dirección de Sniace parece más preocupada por «despistar» los escenarios de las reuniones con el comité que por dotarlas de contenido y presentar el plan laboral y de viabilidad que vienen reclamando los trabajadores desde hace meses. La nueva cita, aunque inicialmente anunciada para el miércoles 23, se pospone al jueves y se traslada esta vez a Madrid, eso sí, sin precisar todavía ni lugar concreto ni hora.
A pesar de que el reloj corre inexorable y de que no cabe alargar los plazos judiciales para que la sentencia de la Audiencia Nacional se haga firme, la empresa parece centrar todo su interés en ocultar los lugares de reunión, y no parece ver mayor problema en retrasar citas que, desde hace meses, se califican de «in extremis».
La pasada semana, justo la noche antes de que la plantilla celebrase una asamblea para repasar la situación, la empresa comunicaba al comité que habría una reunión este miércoles, aunque insinuando sólo que sería fuera de Cantabria.
Hoy mismo, una nueva comunicación cita a los sindicatos el jueves, en Madrid, en hora por determinar y en lugar que, si se cumple el guion de la última reunión –finalmente celebrada en Burgos- puede que se indique a los representantes de los trabajadores en ruta hacia la capital.
El comité ha anunciado a la plantilla que se mantiene la intención de celebrar una asamblea tras la reunión para explicar qué pone la dirección de Sniace sobre la mesa, pero su hora, incluso su fecha, está condicionada a la que finalmente marque la empresa para reunirse con los representantes de los trabajadores.
Los sindicatos ya habían acogido la convocatoria de esta enésima reunión con cierto escepticismo, e insistiendo en que la plantilla sigue su camino judicial, con las demandas individuales, y que si la empresa quiere resolver esta situación está en su mano presentando un plan laboral y de viabilidad.
«No vamos a seguir en el juego de la empresa, que presenten lo que quieran, pero que digan de una vez qué quieren; si son despidos, despidos, muchos o pocos, que lo digan; nosotros estudiaremos la propuesta, la someteremos a los trabajadores y decidiremos», señalaba la semana pasada el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla. «Nos hemos cansado de este juego», añadía.
En el mismo sentido se pronunciaban los otros dos representantes del comité ante la asamblea de trabajadores. «Nosotros nos remitiremos a la posible negociación que nos pongan sobre un plan laboral, no tenemos más que decir», afirmaba Mario Villar (SUC). «Nuestra postura está clara, cualquier solución pasa por retornar a la actividad, no estar ninguno despedido», aseguraba Luis Corrales (CCOO).
Los trabajadores presentaron la semana pasada el anuncio de recurso a la sentencia de la Audiencia Nacional que ratificaba la legalidad del despido de la plantilla en septiembre. Una maniobra legal para ganar unos quince días, plazo solicitado por la empresa al comité para poder presentar un plan laboral.
De forma paralela, el comité ha reactivado las demandas individuales presentadas por los trabajadores en los tribunales cántabros por defectos de forma en las cartas de despido, que estaban a la espera del pronunciamiento de la Audiencia pero que al no aludir el recurso del comité al fondo del asunto pueden continuar su curso.