El asesor legal de Sniace, Alberto Novoa, ha asegurado que la empresa está trabajando en la «actualización» del plan de viabilidad, pero entiende que corresponde a la plantilla decir «hasta dónde están dispuestos a recortar en sus reivindicaciones». A su juicio, «son ellos -los trabajadores-, no la empresa», los que tienen que plantear cuál es su «propuesta de mínimos».
En su opinión «todavía hay tiempo» para llegar a un acuerdo laboral y no ha «perdido la esperanza» de que ello sea posible, aunque ha insistido en que los trabajadores deben ser «realistas» y conscientes que ese acuerdo tendrá «un coste social».
Novoa, en una entrevista en SER Torrelavega, ha derivado hoy a los trabajadores la responsabilidad de la situación a la que ha llegado Sniace, a un paso de la liquidación, considerando «inexplicable» que en estos meses no se haya alcanzado un acuerdo, aunque lo ha achacado a que las propuestas presentadas por el comité «no eran acordes a la realidad de la compañía».
A su juicio, es la plantilla la que «debe dar una nota de responsabilidad», para llegar a un acuerdo antes de que concluya la «cuenta atrás» que vive la empresa tras hacerse pública la sentencia de la Audiencia Nacional. Acuerdo que debe encajar en «un plan de viabilidad realista» que se pueda defender ante la administración concursal y ante la junta de acreedores, en principio prevista para octubre.
Alberto Novoa ha defendido en todo momento su actuación y la de la empresa en el largo proceso laboral de la empresa torrelaveguense. Ha dicho que han sido en todo momento «muy transparentes», y sólo ha admitido que quizá «no se ha sabido explicar la complicada situación de la compañía» al comité, aunque añadiendo que quizá han sido los sindicatos los que no han valorado adecuadamente esa situación.
En la entrevista en la SER, el abogado ha negado que la empresa instara al comité que recurriera la sentencia de la Audiencia Nacional para ganar tiempo. «La empresa no ha pedido que recurran, se ha limitado a hacer una lectura meramente procesal, meramente técnica» en la que sólo es posible seguir negociando para llegar a un acuerdo mientras exista un conflicto colectivo, y una vez hecha pública la sentencia, solo cabe a través del recurso.
Igualmente, Novoa ha negado que las manifestaciones recogidas en una nota de prensa hecha pública por su bufete, Ceca Magán, insinúen que los trabajadores pueden ganar las demandas individuales por defectos de forma en la carta de despido por «influencias» de sus abogados en los tribunales cántabros y por la «presión» social de la plantilla. El representante de Sniace, pese a lo afirmado en el comunicado, asegura que eso son manifestaciones realizadas por los trabajadores, no por él.
El secretario del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla, ha acusado al abogado de Sniace de «mentir» y de «cinismo». En declaraciones a HoyTorrelavega, ha dicho que Novoa puede intentar «engañar a la opinión pública», pero sabe que sus manifestaciones no son ciertas.
«Durante 3 horas y 45 minutos, la empresa pidió, exigió y rogó, que presentáramos el recurso, si dice lo contrario el amigo Novoa miente claramente o puede que como le dio un ataque de histeria y abandonó la reunión no se enteró bien», ha dicho el portavoz sindical.
Del mismo modo, ha exigido al abogado que explique públicamente que el plan laboral tiene unos «costes fijos» de unos 10 u 11 millones de euros cuya rebaja sería «ilegal». Un coste fijo que, por otra parte, se incrementa con cada retraso en la reapertura de la fábrica.
Así, ha afirmado que Novoa es perfectamente conocedor de que el propio presidente Blas Mezquita, ha reconocido que el principal problema es que, inmediatamente a la revocación de los despidos, debería pagar a la Seguridad Social «cinco millones de euros que no tienen».
Sí ha valorado Pérez Portilla que el abogado reconociera en la entrevista que la empresa no ha presentado ninguna propuesta desde septiembre, aunque ha destacado que se le «olvida» decir que entonces fue la propia dirección la que afirmó que no tenía dinero para la jubilaciones y que algunas cuestiones, como las referidas a los relevistas, eran «ilegales».
También recrimina a Alberto Novoa que no cuente públicamente porqué sus «malos asesoramientos» han forzado al comité a «dar vueltas» por diferentes estamentos administrativos para confirmar extremos ya asegurados por los abogados de sus abogados y que el asesor legal de Sniace se «empeñaba» en negar, como la posibilidad de revocar los despidos o de obtener ayudas a las jubilaciones.
En cuanto a la valoración de lo que puede esperar en los tribunales cántabros con las demandas individuales, Pérez Portilla ha recordado que la confianza de la plantilla en poder ganar se basa, no en influencias, sino en que «la carta que él redactó, está tan mal hecha» que todo hace pensar que los tribunales reconocerán el defecto de forma.
Además, ha recordado que no es la primera vez que Novoa acusa de «prevaricación», porque en el juicio en la Audiencia Nacional ya rebatió el informe de la directora general de Trabajo que avalaba las tesis de los trabajadores, acusando a Rosa Castrillo de depender por su cargo del Gobierno regional y ser por tanto «la voz de su amo».
También le ha pedido que «deje de presumir», porque la sentencia de la Audiencia Nacional «le pega varios rapapolvos», aunque finalmente el magistrado, en base a la situación económica de la empresa, reconoce que, pese a los «defectos» en la negociación, hay que aceptar los despidos. «Cualquier abogado que no hubiera ganado esta sentencia, sería para echarle de la profesión», ha dicho a HT el secretario del comité, añadiendo que «nosotros, con la EGB, ya habíamos advertido de lo que podía pasar».
Mientras, el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, también se ha pronunciado hoy, a preguntas de los periodistas, sobre Sniace, asegurando que «la situación es más difícil hoy que antes de la sentencia, pero mientras hay vida hay esperanza». Diego ha incidido en que esa sentencia de la Audiencia Nacional nace del «gesto poco habitual de la empresa de autodemandarse».
Según ha dicho, el Gobierno de Cantabria ha hecho todo los posible, «incluso en algunos casos cosas que parecían imposibles», para ayudar a los trabajadores de Sniace, citando las ayudas a la jubilación de los mayores de 58 años, consiguiendo una ayuda «cuantiosa e importante» para dar una «salida digna» a esa parte de la plantilla.
Diego también ha citado la ampliación de las ayudas a la cogeneración, la reducción del canon, la ampliación de los parámetros de las inmisiones y la reforma del céntimo verde.