La empresa Solvay ha renunciado a invertir en el cambio de tecnología impuesto por la Unión Europea en la planta de productos clorados de la fábrica de Torrelavega, lo que puede suponer el cierre definitivo y la pérdida de 120 empleos. El director mundial de productos clorados, Christophe Clemente, ha comunicado al comité que la única posibilidad de mantener abierta la planta sería encontrar un socio industrial, algo que la empresa se ha comprometido a buscar durante el próximo año.
La Unión Europea impone un cambio en la tecnología productora de amalgama de mercurio en la planta de cloro, y el plazo para llevarlo a cabo concluye el 1 de diciembre de 2017. La inversión para la adaptación en la instalación de Solvay en Torrelavega estaría entre 23 y 25 millones de euros.
La planta de Torrelavega es para los sindicatos «rentable» con su producción actual y lo será más después de que el grupo Ercros, uno de sus principales competidores en el mercado del cloro, haya anunciado el cierre de sus fábricas de Palos de la Frontera (Huelva) y Flix (Tarragona).
El portavoz de USO en Solvay, José Vía, ha reclamado al Gobierno de Cantabria que demuestre su compromiso con el empleo en Torrelavega realizando «las gestiones oportunas en favor de la búsqueda de un socio industrial y financiero» que haga posible que la planta de cloro siga abierta y no se pierdan los más de 120 puestos de trabajo que genera.