La dirección de Sniace acepta firmar el preacuerdo laboral por «mayoría», en lugar de por unanimidad, como exigía hasta ahora. Si los administradores concursales dan el visto bueno, el martes, día 7, se rubricará en el ORECLA el texto, que firmarán UGT, SU y CCOO, y que fue refrendado en asamblea por los trabajadores. Mientras, el sindicato minoritario USO, mantiene su postura de rechazar el texto global, aunque comparte las disposiciones laborales del preacuerdo.
Dirección y comité se han reunido hoy durante cerca de tres horas en la fábrica de Torrelavega, mientras en el exterior unos 150 trabajadores esperaban para saber si finalmente sería posible el acuerdo para revertir el despido de la plantilla e iniciar el camino a la reapertura de la fábrica, o la negativa de USO a firmar la parte dispositiva del texto cerraría esa posibilidad.
Además, USO ha pretendido hoy incluir en el texto del acuerdo una cláusula cuyo contenido no ha desvelado, pero que se referiría a la opinión del sindicato sobre la situación de la empresa y las causas que la han provocado. Algo que ha sido tajantemente rechazado por el resto de sindicatos, pero también por la propia empresa.
Por lo demás, los representantes de USO en la reunión -el secretario federal de Acción Sindical, José Vía, y el secretario comarcal y delegado en Sniace, Justino Sánchez-, repitieron los argumentos que explicaron hace unos días públicamente, justificando la negativa a firmar en que el preámbulo no laboral del texto «exonera» de responsabilidades a la gestión de la directiva y «maniata» a los trabajadores impidiendo futuras demandas contra la empresa.
Esa postura ha impedido que el preacuerdo se haya firmado ya, a pesar de la premura de los plazos para presentarlo ante la Audiencia Nacional, que debe aprobar la reversión del despido de la plantilla hace un año, en lo que supondría un hecho inédito en España.
La empresa, representada por su presidente, Blas Mezquita, el consejero Miguel Gómez de Liaño, y el asesor legal, Alberto Novoa, ha mostrado su convicción de que los administradores aceptarán que el preacuerdo se pueda aprobar por la «mayoría» de la representación sindical, en lugar de por unanimidad.
La unanimidad, exigida hasta ahora por la empresa, no es un requisito legal, para que el preacuerdo pueda tener validez ante la Audiencia Nacional, sino que Sniace lo reclamaba como una garantía ante la Junta de Acreedores y los posibles inversores.
En este sentido, el comité ha ofrecido la posibilidad de que, una vez pasado el trámite de la Audiencia, y cuando los trabajadores estén de nuevo «contratados», se realice una votación en la fábrica para refrendar el acuerdo y que la empresa pueda esgrimir ante acreedores e inversores el amplio respaldo que tiene el texto pactado.
Durante la reunión, los trabajadores han estado concentrados a la puerta de la fábrica torrelaveguense, aunque transcurridas dos horas, y ante la falta de avances, han entrado hasta la emblemática «Fuentona», situada bajo la sala en que se encontraban comité y dirección.
Una vez allí, han lanzado gritos en contra del delegado de USO, -«Sniace solución, Justino al paredón» o «Justino pepero, eres un palmero»-, al que la plantilla culpa de «no defender los intereses de los trabajadores» y de ir contra del sentir de la amplia mayoría de ellos, que en votación a mano alzada expresaron su apoyo al preacuerdo.
Al término de la reunión, como siempre, se ha celebrado una breve asamblea en la que el comité ha dado cuenta de lo ocurrido. Los representantes de UGT, Antonio Pérez Portilla; SU, Mario Villar; y CCOO, Luis Corrales; han explicado a la plantilla la situación y las expectativas para firmar el próximo martes el preacuerdo.
En este sentido, han recalcado el interés mostrado en todo momento por la empresa para sacar adelante el acuerdo y sus críticas a la actitud de USO. De hecho, ha sido la dirección de Sniace la que ha recordado a USO, con las actas del ORECLA, que hace un año firmó algunas de las cuestiones incluidas ahora en ese preámbulo del preacuerdo, que el sindicato asegura no poder suscribir porque exceden de lo laboral.
Del mismo modo, el resto de sindicatos han recriminado a USO que pretenda imponer su criterio, respaldado en su asamblea de afiliados por los votos en urna de 40 de las 65 personas asistentes, mientras que la amplia mayoría de la plantilla aprobó en votación a mano alzada decir sí al preacuerdo.
En lo laboral, que los cuatro sindicatos aprueban, el acuerdo propone una plantilla de 326 personas, sin despidos traumáticos y dando salida al excedente mediante prejubilaciones y bajas acogidas a la indemnización. También se establece un «salario social» de 800 euros para los trabajadores que agoten el desempleo antes de que las fábricas se pongan en marcha.
Además, se crea una bolsa exclusiva para los relevistas a medida que concluyan sus contratos, que tendrán preferencia en las incorporaciones que, la propia empresa, prevé serán necesarias en los próximos meses para mantener –tras bajas y vacaciones- esa plantilla objetivo.
Por otra parte, se acuerda un convenio de seis años, con congelación salarial en tres de ellos y subida del IPC más medio punto en los otros tres, además de una rebaja de ocho horas de la jornada laboral el último de ellos. Asimismo, se aplicará una rebaja salarial del 20% a los directivos, el 17% a los mandos intermedios y del 15% al resto de la plantilla.
Los trabajadores han acordado acudir el próximo martes al ORECLA, donde se comité y dirección (en hora aún por determinar) esperan poder firmar el preacuerdo laboral de Sniace.