El preacuerdo laboral en Sniace sería «un paso importante», pero según el consejero de Industria, Eduardo Arasti, sólo será «útil» si la dirección de la empresa presenta un plan de viabilidad que «logre convencer» a los acreedores de que la factoría es «viable».
A preguntas de los periodistas, Arasti ha valorado así la posibilidad de que el próximo martes se firme el preacuerdo entre la empresa y los trabajadores, si los administradores concursales aceptan que se haga por «mayoría» en lugar de por unanimidad, para superar el bloqueo provocado por la negativa de USO a rubricar el texto.
«El paso es positivo, en el sentido de que lo que busca –el acuerdo laboral- es convencer a los administradores concursales y a los acreedores de que Sniace es viable, pero eso se tiene que hacer fundamentalmente a través de un plan de viabilidad que tiene que presentar la dirección de la empresa», ha insistido el consejero de Industria, durante la inaguración en Torrelavega de la V Feria del Vehículo de Ocasión.
Desde el Gobierno de Cantabria, el presidente, Ignacio Diego, afirmaba hace unos días que veía «razonable» la postura del sindicato USO de no firmar el preacuerdo, a pesar de aceptar las disposiciones laborales, si la empresa mantenía la parte extralaboral, en la que, entre otras cosas, se menciona la incidencia de la reforma energética en la crisis de Sniace o la necesidad en el futuro de recalificar a uso terciario algunos terrenos no productivos de la factoría.
La posición de USO ha bloqueado la firma del preacuerdo, que en pocos días debería ser presentado ante la Audiencia Nacional si se quiere revertir el despido de la plantilla hace un año. En la reunión celebrada este jueves, la empresa ha aceptado que se firme por mayoría, y si los administradores lo aprueban el próximo martes, día 7, en el Orecla, se hará firme el preacuerdo.
La mayoría del comité -UGT, SU y CCOO- aceptan el acuerdo, entendiendo que las cuestiones «extralaborales», aunque no las comparten en su totalidad, no afectan a los trabajadores y su objetivo es que la plantilla vuelva a estar contratada y encaminar así la posible reapertura de las tres fábricas de Sniace. El preacuerdo fue ratificado, en votación a mano alzada, en una asamblea a la que asistieron más de 200 trabajadores.
Por su parte USO esgrime para negarse a firmar el «mandato» de sus afiliados. Este sindicato también celebró una asamblea, con la presencia de unas 60 personas, que en votación secreta, a la doble pregunta planteada en la urna, unos 40 dijeron no a firmar el acuerdo global, aunque más del 90% aceptó las condiciones laborales.