El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se declaraba este martes por la mañana «feliz» tras recibir la primera dosis de la vacunación es «la única solución» a la pandemia, por lo que ha llamado a la ciudadanía a vacunarse, con independencia de la marca que le corresponda, tanto por «egoísmo personal» como por «solidaridad con los demás». La casualidad ha hecho que unas horas después, por la tarde, el Gobierno de Cantabria informara que el presidente, al igual que el vicepresidente y el consejero de Industria, estaba en cuarentena preventiva por contacto estrecho con un positivo en COVID en el ámbito laboral.
A su llegada al centro de salud, Revilla ha sido recibido por la protesta de un pequeño grupo de hosteleros, que han criticado las restricciones en este sector y han cuestionado los criterios sanitarios en los que se basan esas medidas, abucheando al presidente.
Tras recibir la vacuna de Pfizer, la que corresponde a su grupo de edad entre 70 y 79 años, en el centro de salud de El Astillero, su localidad de residencia, Revilla ha pedido al Gobierno de España y a la Unión Europea un suministro más ágil, con el fin de agilizar la campaña de vacunación y evitar restricciones como las que desde este miércoles se verá obligada a aplicar Cantabria al haber entrado en el nivel 3 de alerta sanitaria.
En este sentido, ha confiado en que ésta sea «la última» batería de restricciones duras necesaria en la Comunidad Autónoma y ha lamentado su repercusión sobre sectores económicos como la hostelería y sobre la libertad de circulación y reunión de los ciudadanos.
El presidente considera que, si los ritmos de llegada de vacunas son los adecuados, Cantabria podría tener un 60 por ciento de la población vacunada a finales del mes de junio. De hecho, se ha declarado «optimista» ante la posibilidad de vivir un verano de «cierta normalidad».
Mientras tanto, la única alternativa es –ha dicho- el «equilibrio» entre no cerrar toda la economía, que sería «insoportable», y aplicar restricciones para preservar la salud y evitar la presión hospitalaria.
El presidente también ha defendido la efectividad de todas las vacunas actualmente en uso, incluida la de AstraZeneca, cuya aplicación llegó a solicitar, pero le fue denegada por no ser la que corresponde a su tramo de edad. A este respecto, ha señalado que le resulta «doloroso» comprobar que un 40 por ciento de las personas convocadas para ser inmunizados con el medicamento de este laboratorio lo rechazaron ayer.
A pesar de las «informaciones cruzadas» sobre dicha vacuna, ha destacado que cuenta con el aval de la Agencia Europea del Medicamento y ha recordado que hasta el momento es la única utilizada en países como el Reino Unido, donde se le ha administrado incluso a la Reina. De hecho, en España ha sido la utilizada para inmunizar al personal sanitario.
Además de mostrarse «muy contento» tras su propia vacunación, Revilla ha asegurado no sentir ninguno de los posibles efectos secundarios y anunciado que recibirá la segunda dosis el próximo 4 de mayo.