La presentación en el Centro de Recursos, Interpretación y Estudios del municipio ha abierto el proceso de participación pública para la elaboración de las Normas de Protección del Área Natural de Especial Interés (ANEI) del Pozo Tremeo, cuyo objetivo básico es garantizar la conservación y mejora de sus valores naturales de forma compatible con el uso y disfrute por parte de los ciudadanos.
El consejero de Medio Rural, Jesús Oria, ha indicado que el proceso de participación «será la guía de actuación para todas las administraciones y tendrán como objetivos los mismos que llevaron a la declaración del ANEI».
En este sentido, ha explicado que las Normas deberán recoger las directrices y criterios para conservar y restaurar los hábitats terrestres y acuáticos existentes en el Pozo Tremeo, así como el funcionamiento del sistema hidrológico, como sustento para la propia existencia del Pozo; establecer un sistema de seguimiento y análisis de la evolución del estado de conservación del Pozo Tremeo y de los hábitats asociados al mismo, y promover el uso público, la información y la educación ambiental compatibles con la conservación del Área Natural.
También deberán aplicar el principio de precaución en las intervenciones que puedan afectar a los ecosistemas, hábitats y especies presentes en el Pozo, así como promover la colaboración interadministrativa en la gestión de este Espacio Natural Protegido.
«Tenemos claro que, en la gestión de los espacios naturales protegidos, es fundamental la implicación de las administraciones locales e imprescindible la participación pública», ha afirmado Oria.
En la presentación del proceso de participación, el consejero estuvo acompañado por la alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz; el responsable de la gestión del ANEI y técnico de la Dirección General del Medio Natural, Jesús Varas; el jefe de Servicio de Conservación de la Naturaleza de la Consejería, Ángel Serdio; y el director general del Medio Natural, Antonio Lucio.
El Pozo Tremeo, además de ser el único lago natural de la franja costera de Cantabria, con 12,34 hectáreas de superficie, tiene la singularidad geológica de ser el único lago permanente originado por un colapso de origen cárstico de la región, localizándose en su entorno 169 especies animales y 218 especies de flora, algunas de ellas incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.