La familia de Andrés ha recogido 15.000 kilos de tapones de plástico para que este pequeño de Piélagos, con graves secuelas por una hemorragia cerebral al nacer, pueda recibir rehabilitación en Estados Unidos. El Ayuntamiento y el Grupo Vela han colaborado en el traslado de las sacas de tapones a una empresa de Lemona (Vizcaya), que los compra para tratarlos y reciclarlos.
Los 15.000 kilos de tapones, recogidos por la familia de Andrés a lo largo del último año y medio en distintos puntos del municipio, contribuirán a costear el noveno viaje del niño, que se realizará el próximo 30 de mayo a una clínica de Philadelphia, según informa el Consistorio en un comunicado.
Andrés, que ahora tiene ocho años, sufrió al nacer una hemorragia cerebral severa en ambos hemisferios que le hizo permanecer ingresado en la Unidad de Neonatología del Hospital de La Paz, en Madrid, durante más de un mes. Tras ser diagnosticado de hemorragia cerebral intraventricular agenesia del séptum pellicidum, con pérdida de 20 DB en ambos oídos, así como secuelas asociadas a la falta de oxígeno al nacer, fue controlado por distintos equipos médicos: neurología, digestivo, rehabilitación, cardiología, neumología…
Como relata su madre, Carmen, durante sus tres primeros años Andrés apenas se comunicó verbalmente y vivió entre ingresos hospitalarios, consultas y servicios de rehabilitación por severos problemas gástricos y digestivos. En 2011, explica, ante los escasos resultados obtenidos por la medicina tradicional, la familia decidió ir al Instituto para el Desarrollo del Potencial Humano de Philadelphia, donde en febrero de 2011 inició una nueva terapia global: física, intelectual y fisiológica.
Esa terapia, asegura Carmen, ha tenido unos resultados «increíbles» y ha regularidad muchos aspectos de la salud del niño, que ahora no presenta vómitos, diarreas o neumonías y camina sin perder el equilibrio. Incluso, Andrés ha empezado a montar en bicicleta y a nadar, y acude a clase de 2º de Primaria con niños de su edad, celebra su madre.
Sin embargo, la terapia implica dos viajes al año a Estados Unidos, de unos diez días de duración, con un gasto aproximado de entre 12.000 y 15.000 euros, en función del precio de los billetes o los días de estancia, a lo que hay que sumar el coste del tratamiento. Hasta el momento, la familia ha realizado ya ocho viajes y a finales de mayo volarán de nuevo a Philadelphia.
Un viaje que será sufragado gracias a la generosidad y solidaridad de muchas personas, adultos y niños, que aportan su granito de arena para que Andrés pueda realizar este tratamiento, afirma su madre. «Son muchas las personas que contribuyen a dar un futuro mejor a nuestro hijo», recalca Carmen, quien agradece a todas ellas su colaboración.