Comisiones Obreras de Cantabria ha valorado el avance de los datos de siniestralidad en el trabajo, que pone de manifiesto que «el descenso de accidentes que se ha producido en el año 2020 está directamente relacionado con la influencia de la pandemia en nuestro mercado de trabajo», como ha señalado Laura Lombilla, secretaria de Salud Laboral de CCOO.
El avance de datos de siniestralidad, elaborado por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), ha sido presentado este lunes en el Pleno del Consejo de Seguridad y Salud en el Trabajo de Cantabria, que integran la Consejería de Empleo, la Inspección de Trabajo, el ICASST, una representación de las mutuas, salud pública, CEOE, CCOO y UGT, en una reunión en la que se ha hecho balance de la actividad del ICASST en relación con la estrategia cántabra de seguridad y salud en el trabajo.
El informe revela que, en 2020, se registraron 4.637 accidentes de trabajo con baja, un 17% menos que en 2019. Los accidentes graves han aumentado un 11%, los leves han descendido en un 17% y las muertes en accidentes de trabajo continúan en cifras alarmantes, con 7 muertos –a pesar de haber descendido respecto al año anterior-.
«Nos parece muy grave que, pese al descenso de la actividad laboral y el descenso generalizado de los accidentes, nos encontremos con un dato tan dramático como son 7 accidentes mortales», ha destacado Lombilla.
Los datos por sectores reflejan que el sector servicios aglutina la mayoría de accidentes, con una cifra de 2820; sin embargo, si analizamos la incidencia por cada 100.000 trabajadores, los sectores con una incidencia más alta son el sector agropecuario y de pesca –que, además, es en el único que se han mantenido los partes de accidentes registrados y ha subido el índice de incidencia respecto a 2019 - y la construcción.
Para Lombilla, los datos «siempre reflejan la situación de nuestro mercado de trabajo y no podemos ser optimistas, porque la causa de que se hayan producido menos accidentes es el efecto del descenso de la actividad productiva como consecuencia de la pandemia».
Además, aunque las bajas por Covid hayan tenido la consideración económica de accidentes de trabajo, «mayoritariamente no se consideran como tal a efectos estadísticos», ha puntualizado la secretaria de Salud Laboral de CCOO.
Lombilla ha destacado que continúa produciéndose una clara infradeclaración de las enfermedades profesionales, con sólo 277 partes comunicados, lo que supone un 35% menos que en el año anterior. Además, 156 de estos partes correspondieron a trabajadoras.
En cuanto a los accidentes de trabajo in itinere, ha ocurrido como en las cifras del resto de accidentes y se ha producido un descenso de 212 respecto al año anterior. En 2020, ha habido 561 accidentes de este tipo.
Ante estos resultados del avance de siniestralidad, CCOO ha insistido en la necesidad de potenciar las actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales y fomentar la actividad inspectora en los centros de trabajo para comprobar el cumplimiento de la normativa en seguridad y salud laboral, dado que un gran número de empresas no realiza una efectiva integración de la prevención.