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Alternativas al Centro de Emprendedores

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AurelioNietoIU

La esperanza es lo último que se pierde, dice el refrán. Algunos nos planteamos qué sentido tienen los proyectos políticos cuando se plantean sin tener el respaldo necesario de los ciudadanos. Esto es lo que pasa con el Centro de Emprendedores de Torrelavega enmarcado dentro de la iniciativa europea Proyecto Urban.

De nuevo, nos enfrentamos a un proyecto sin nada que lo sustente. Me refiero a que tipo de emprendimiento se quiere promocionar en este edificio. No hay ningún responsable político que nos aclare que nuevos yacimientos de empleo se pretenden crear en este Centro.

 

Tampoco tenemos la certeza de cuanto dinero real va a costar el emblemático edificio y, para colmo, los políticos implicados siguen haciendo gala de una total falta de imaginación y valentía para plantear alternativas a esta sinrazón, no vaya a ser que se equivoquen y pierdan votos.

Desde Izquierda Unida queremos plantear algunas alternativas encaminadas a promocionar el empleo en toda la Comarca del Besaya con el, aproximadamente, millón y medio que, según la última información, tiene que aportar el Ayuntamiento de Torrelavega.

A nuestro parecer, lo primero que hay que revisar son todos los terrenos, áreas industriales, polígonos y naves en desuso para tener claro de cuantos espacios se pueden disponer. Esto no supone ningún coste. Una vez que tengamos un inventario real se puede apostar por los empleos innovadores, sostenibles y productivos. Para ello debemos apoyarnos en la gran cantidad de científicos, biólogos, ingenieros, ambientólogos, geógrafos, historiadores etc. que tenemos a nuestra disposición y con ganas inmensas de investigar y trabajar.

Me explico: está demostrado con estudios prestigiosos, (ISTAS, sobre empleo verde), que sectores como el transporte sostenible, la biotecnología, la agricultura ecológica, la biorremediación de la contaminación, el cultivo de algas para biocombustibles, la acuicultura ecológica, la química verde o la producción y almacenamiento de energías renovables, entre otros, son motores de empleo extraordinario y con mucho futuro.

Señalemos algunos ejemplos prácticos y no utópicos, basados en experiencias reales:

Recientemente se ha truncado, por falta de recursos, una importante investigación sobre el cultivo de algas destinado a diferentes usos. Los científicos que estaban al frente se han quedado en el paro y por supuesto, los resultados de la investigación nunca los sabremos si la investigación no se reanuda, es el momento por tanto, de apoyar este proyecto innovador.

En este mismo sentido, la promoción y el desarrollo de productos químicos compatibles con la vida, que eviten la contaminación y que se aplican en infinidad de productos pueden tener gran futuro, de hecho ya lo tienen, por ejemplo los disolventes alternativos o los reactivos verdes con muy bajo impacto ambiental y de aplicación en muchos sectores.

En lo relativo a las energías renovables, aunque parezca mentira, queda mucho por hacer e investigar, por ejemplo el diseño de aerogeneradores sin aspas, diseño de equipos para obtener energía del mar o la creación de sistemas de almacenamiento de la energía, son sin duda un presente y futuro industrial por el que hay que apostar de manera contundente y valiente.

Con estos ejemplos, queremos mostrar otras formas de emplear los recursos públicos.

¿No les parece que de esta manera, además de generar empleo y evitar la fuga de talentos, se pueden justificar, de manera más honesta, los millones que se quieren dedicar a un centro sin objetivos, ni futuro, ni contraprestaciones sociales?

Y no nos invitan, ni nos permiten, asistir a las mesas de empleo... Será que les sobran las ideas.